viernes, 9 de marzo de 2018

20180307 "¿TU también... mamá?!?"

En el programa “Intratables” del martes 6/3 se tocaron dos temas centrales: el aborto y la violencia de género.

Es fácil coincidir con las panelistas, con respecto a la violencia de género, que la mujer debe ser respetada y tener igualdad en dignidad y oportunidades.
Es necesario plantear el tema porque históricamente existió y existe un injusto abuso del más fuerte (hombre) sobre el más indefenso (mujer). No podemos ser indiferentes a esta situación y a los justos reclamos que se desencadenan.

Por otro lado, y al mismo tiempo, esas mismas mujeres y algunos hombres acompañando, opinaban que abortar debe ser un derecho para toda mujer que considere que un embarazo no le resulta conveniente. En otro contexto, también el más fuerte decidiendo sobre el más indefenso.

Descarto que todos opinan con la mejor buena voluntad, pero observo una gran confusión de conceptos, sobretodo en el uso de los términos.
Se confunde la diferencia entre fecundación y concepción, entre gestación y embarazo (cuando este inicia, la naturaleza dota a la mujer de cambios específicos para proteger y ayudar a crecer a su bebé), se confunde el inicio de una nueva vida con el momento en que la ley otorga determinados derechos civiles y da el nombre de persona, etc., etc.

Algo similar pude escuchar en el día de ayer (8M) que, por haber sido dedicado con absoluta justicia a los derechos olvidados o pendientes de las mujeres, fueron dos de los temas más abordados. La confusión de conceptos o del uso de ciertos términos lleva a que muchos opinen equivocadamente, aún con buena intención. Por supuesto, también puede ser terreno fértil para quien quiera confundir.

Desde un enfoque científico, es universalmente aceptado que desde que el óvulo es fecundado por el espermatozoide comienza un nuevo “ciclo de vida” que tiene un “motor o batería” propia que lo da el nuevo código genético que regula ininterrumpidamente todas las actividades biológicas de ese nuevo ser. Científicamente es imposible pensarlo como una “parte del cuerpo de la madre”. El mismo pasará por distintas etapas de crecimiento, habrán distintos estados de dependencia y denominaremos arbitrariamente a cada etapa con distintos nombres. En esa continuidad, sobrevendrá más adelante la etapa de envejecimiento (otra vez distintos grados de dependencia y nombres) y finalmente la muerte natural cuando se agotan las “baterías”. Que cada ciclo de vida finalice con la muerte natural ha sido considerado el derecho humano más importante de todos.

Por otro lado, la muerte puede llegar por un accidente, o por acción voluntaria de otro individuo. A esto último se denomina matar, y puede considerarse agravado por el vínculo, por el estado de indefensión y por el potencial de vida de la víctima que en este caso es máximo, ya que nadie estará más sano y con mayor potencial de vida que cuando su vida inicia...
Podría interpretarse también como el máximo grado de traición que pudiera existir, incomparablemente mayor aún que el “¿tú también Brutus?!?” (de cuando el emperador Julio César reconoce a su hijo entre sus asesinos).
El nuevo ser seguramente pensará: “¿TU también, mamá?!?..."
Uno de los progresos más importantes en toda la historia de la humanidad, fue cuando las sociedades fueron siendo capaces de proteger a los más indefensos… pero esa criaturita no puede hacerse oír...


Luis Durand

(Médico, MN 77260 - DNI 16898918)

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