lunes, 30 de mayo de 2022

20220530 “Esos son temas de mujeres…”

Inicio con una pregunta: ¿Qué situaciones nos generan tranquilidad, confianza? O tal vez sea más fácil analizarlo desde lo opuesto… ¿Cuáles serían las situaciones que nos generan desconfianza?

No siempre se puede generalizar, pero podríamos resumir la respuesta en una palabra: COHERENCIA, y en su opuesto, IN-coherencia.

 

Con el avance del conocimiento, la ciencia, la tecnología, diversas filosofías, etc., etc., nadie puede ser experto en todas las áreas… hasta los más eruditos están obligados a CONFIAR en otros. TODOS desconfiamos si el discurso nos resulta IN-coherente… en cualquier área. Y tendemos a confiar si la explicación es coherente.

 

Desde los grandes medios de comunicación y redes sociales, parecería que hay una DISOCIACIÓN entre lo que piensa la mayoría de la gente en su “metro cuadrado” de vida diaria, respecto a las soluciones, que parecieran querer IMPONER, quienes “manejan” esos medios de comunicación y redes sociales.

 

¿Porqué muchos “magnates” invierten cifras astronómicas en redes de comunicación que en teoría son “gratuitas”?

Por un lado, no son todas gratuitas, y por otro, está la famosa explicación de que: “cuando te ofrezcan un producto en forma gratuita, hay altas chances que el ‘producto’ que se está buscando adquirir… ¡SEAS VOS!”

También, alguna vez leí por ahí, que “una verdad puede sostenerse por sí sola, en cambio, mantener una mentira como verdadera, es muy costoso”.

 

Toda esta INTRODUCCIÓN para arribar al punto de que, sorpresivamente, en los últimos años van apareciendo “nuevos dilemas”, en los cuales los medios de comunicación masiva, pareciera que quieren imponer determinadas conductas.

El discurso DEBE tener alguna lógica que le de sustento, caso contrario, será muy difícil imponerlo, será muy costoso mantenerlo, y tendrá altas chances de pasar rápidamente al olvido.

 

En ese sentido, “el feminismo” se apoya en el hecho innegable de que la mujer ha sido globalmente mal tratada durante la historia de la humanidad, tanto desde el maltrato físico, como de negarle la igualdad en dignidad. 

¿Quién podría atreverse a negar ese hecho? Resulta muy fácil “aplastar” mediáticamente a cualquiera que quiera negarlo… porque básicamente está apoyado en la verdad/realidad.

 

ENTONCES, si existe tanta determinación, y tanta inversión de recursos para reivindicar a la mujer… ¿por qué es todo TAN confuso, hasta para las propias mujeres?

Pregunta:

¿Podría existir alguna posibilidad de que fuera una “pantalla” para esconder otros intereses? A muchos de los puntos “fundantes” de este feminismo mediático de los últimos años, lo que más le está faltando es coherencia.

 

La mujer y el varón SON complementarios… en muchísimos aspectos, empezando por el más vital, el de la generación y transmisión de vida. El espacio, sagrado para algunos o muy respetable para otros, donde se encuentran, o deberían hacerlo, en forma armónica y complementaria se denomina FAMILIA… donde la ARMONÍA no se declama, sino que debe construirse día a día. Donde la complementariedad no se apoya en un reparto de actividades al 50/50%, sino en que cada uno se disponga en un 100% a colaborar con el otro, en lo que sea necesario… aceptando, CADA UNO, sus capacidades, con sus fortalezas y debilidades. 

¿Puede darse alguna complementariedad si uno aplasta u opaca al otro? Ni la mujer, ni el varón pueden desarrollarse en plenitud, bajo la estrategia del enfrentamiento.

La familia debe ser el ámbito donde el apoyo incondicional del otro ayuda al máximo desarrollo de cada uno. ¿Por qué atacar a la familia como institución, si, aunque pueda no alcanzarlo, su principal propuesta es la de una convivencia en armonía?

 

En ese contexto, ¿qué necesita la mujer para desarrollar sus talentos, para sentirse más plena? 

¿Aislarse del varón y/o pretender ocupar sus roles?

o… ¿sentirse apoyada en los emprendimientos que ella decida encarar? Algo que, concretamente no sucedió, o pasó muy poco en la historia.

¿Quién debe apoyar primero, el varón a la mujer o la mujer al varón? La respuesta se grafica muy bien con la alegoría de quien le preguntó al águila: “¿qué ala necesitas más para volar… la derecha o la izquierda?” El apoyo debe ser conjunto y armónico.

 

ENTONCES, cuando en temas relativos a la familia, se aísla a la mujer con la frase: “esos son temas de mujeres”, lo mismo que si se aísla al varón (aislar a la mujer del varón es lo mismo que aislar al varón de la mujer)… ¿se la está “empoderando”? o ¿se la está debilitando?

¿Cuál sería la reflexión coherente?

 

La mujer sola y “poderosa” en cualquier rol laboral, ¿es “más fuerte” que aquella que disfruta de un matrimonio armónico, siendo la “CEO” de una empresa llamada familia?

Misma pregunta para el varón “solo” y poderoso en sus roles laborales, ¿es “más feliz” que aquel que disfruta de un matrimonio armónico, poniéndose a disposición de la organización familiar?

La mayoría conocemos intuitivamente la respuesta… pero, ADEMÁS, la ciencia ha demostrado, que se alcanza la felicidad en la generación de buenos vínculos cercanos, y que la principal ESCUELA para ello ES la familia.

 

¿Existe alguna justificación para que la mujer no pudiera votar, o que sufriera violencia física, de cualquier tipo, por parte del varón con mayor fuerza física y ocupando roles con mayor poder de decisión a nivel grupal? 

No existe NINGÚN justificativo para cualquier conducta que no respete la igualdad en dignidad, como seres humanos, del varón y la mujer.

¿Existe algún justificativo para que el varón haga trabajos más forzados y, por ende, sufra mayores riesgos a nivel físico, incluso hasta mayores riesgos de vida?

Si, porque el varón tiene mayor fuerza física, y en una relación mujer/varón ARMÓNICA, donde cada uno pone el 100% de disponibilidad para ayudar y cuidar, es lógico que el varón asuma ese rol… naturalmente se fue estableciendo así a lo largo de la historia de la humanidad… es constitutivo en la esencia de cada uno, antes que cultural.

¿Existe algún justificativo para que la mujer conduzca espontáneamente la organización familiar, y el varón quede en un plano subalterno (con mayor o menor evidencia de esa "subalternidad", según la inteligencia emocional de ambos)? 

Si, porque la mujer ha sido dotada de una mayor capacidad para ese rol. ¿Es un rol sencillo? NO. ¿Necesita apoyo? SI. ¿De quién espera la mujer ese apoyo? Primero, de su compañero de vida, luego, y con otros roles, de aquellas mujeres cercanas (madre, hermanas, abuela, tías, amigas) que pasaron y pasan por lo mismo, y a quienes ella también se dispone a apoyar… es natural, histórico… constitutivo, antes que cultural.

Las mujeres QUIEREN/¿necesitan? (yo creo que constitutivamente lo necesitan, antes que culturalmente) ver que su núcleo cercano, el que está más ligado a ellas, tenga un cierto orden, una cierta coherencia… no les resulta indiferente que alguno de esos miembros la esté pasando mal, cuando ellas pudieran hacer algo para revertirlo.

Los varones también se ven afectados si un miembro del grupo necesita ayuda… pero globalmente, no tienen la misma sensibilidad a la necesidad del otro, que las mujeres… En ese aspecto, la mujer percibe en un instante muchas más cosas que el varón… la mujer percibe mucho antes algo mínimo que puede estar afectando a una amiga, que el varón algo más importante que pudiera estar sucediéndole a un amigo. Esa diferencia de percepción es constitutiva, no cultural.

 

EL EMBARAZO

¿Cómo sueña la mujer, desde niña, el momento del embarazo? ¿En soledad, o en fuerte unión complementaria con un varón/padre (incluso, hasta idealizado)?

¿Existe un momento más movilizador afectivamente en la interioridad de una mujer (mezcla de orgullo, miedos, necesidad de apoyo y comprensión, ¡tantos sentimientos juntos!) que cuando vive un embarazo?

Cuando se aísla al varón y a la mujer, separándolos del rol de RESPONSABILIDAD compartida diciendo: “eso es cosa de mujeres…”, ¿se está fortaleciendo a la mujer, o se la está debilitando?

 

GLOBALMENTE,

¿Existen deudas pendientes para con la mujer, de parte del varón? ¡SI!

Eso que está planteando el “feminismo moderno”, respecto de aislar a la mujer para vivir decisiones complejas en soledad, o de ponerlas a desempañar roles de gran stress laboral que históricamente fueron desempeñadas por varones, ¿le resuelven esas deudas pendientes a la mujer?

 

¿Puede la mujer desempeñar esas tareas laborales? En la mayoría de los casos SI. Y en muchísimos casos, MEJOR que el varón. Pero… ¿es eso lo que estaba necesitando la mujer?

¿Puede la mujer trabajar fuera de la casa? Por supuesto que ¡SI!

Pero debería tener libertad absoluta para establecer sus PRIORIDADES, y decidir en qué momento de su vida dedicará mayor tiempo al trabajo externo a la familia, cuando lo hará en forma parcial, y cuando lo abandonará… apoyada por el varón… y apoyando ella también a su compañero de vida… Porque de esa complementariedad ARMÓNICA surgirá su felicidad. Y también la de su compañero. Que entre ambos se apoyen y complementen para desarrollar sus proyectos

Pero... entrar en una carrera vertiginosa, de desafíos laborales poco humanitarios, diseñados por varones, ¿es lo que la mujer estaba esperando para sentirse plenamente desarrollada? ¿No existe la posibilidad de frustraciones a futuro?

¿Es justo que nadie los advierta, a mujeres y varones jóvenes, cuando proyectan sus futuros, todavía con poca experiencia, sobre pros y contras de cada una de las opciones?

¿Es justo eso que están promoviendo los grandes medios de comunicación masiva, que se llama “feminismo moderno”?

Creo que debemos reflexionar MÁS sobre estos puntos… podríamos llegar a DESCUBRIR que existan muchos conflictos de interés, y muy poco des-interés personal, para buscar el INTERÉS COMÚN

 

ay-ay-ay: ¡el FEMINISMO “moderno”! Impulsado por medios de comunicación masiva con mega-magnates por detrás…

 

Mover/sacar/distraer a la mujer de su rol, no único, pero si CENTRAL como garante de la armonía familiar (nadie puede desempeñar mejor ese rol), considerando a la familia como célula vital para una sociedad sana, no sería un tema menor, si lo que se busca es cambiar el orden en el funcionamiento histórico de las sociedades…

 

Muchas personas de buena voluntad, y con muy buenas intenciones, están asumiendo como un logro muy positivo a la inserción de la mujer a un mundo laboral creado por varones… por lo tanto, con sus vicios, es decir un ritmo “frenético” y disponibilidad “absoluta” … También se está viendo como positivo el incremento de las decisiones propias, lo cual en muchos casos (no en todos, algunos estarán bien justificados), significa aislarse e ir “olvidando” el concepto de complementariedad y responsabilidades compartidas.

 

NO CONFUNDIR… en NINGÚN momento tengo la intención de expresar que la mujer no pueda o no deba trabajar… no va por ese lado, el punto es otro… estoy abierto al diálogo enriquecedor.