domingo, 20 de febrero de 2022

20220218 “Lo POLITICAMENTE CORRECTO se va uniendo a la POSVERDAD”

En la “definición formal”, lo “políticamente correcto” se trataría  de un término que se utilizaría para describir "el lenguaje, las políticas o las medidas destinadas a evitar ofender, o poner en desventaja, a personas de grupos particulares de la sociedad"… En principio, se trataría de una expresión que busca ser respetuosa…

Mi preocupación es que pueda estar virando hacia una manipulación que se está usando convenientemente para evitar la posibilidad de discusión o disenso.

 

Antes de iniciar este escrito, busqué algo sobre el tema en la web… ¡allí está todo! jeje… y, oh sorpresa, encontré que el director de la Real Academia de la lengua Española expresaba una preocupación similar a la mía (¡que honor!) en un acto de graduación de la Universidad Autónima de Madrid:

«La corrección política —ha comenzado señalando en su ponencia Darío Villanueva— es una nueva forma de censura. Una censura perversa, para la que no estábamos preparados, pues no la ejerce el Estado, el Gobierno, el Partido o la Iglesia, sino fragmentos difusos de lo que denominamos sociedad civil». Esta corrección política, ha añadido el director de la RAE, dinamita el ideal filosófico que la enseñanza universitaria debería alentar: «el regir nuestras conductas no exclusivamente por los sentimientos, los prejuicios o las pasiones, sino por la racionalidad, atributo privativo de nuestra especie».

Tanto este asunto de la corrección como el de la posverdad, ha explicado Villanueva, «tienen que ver fundamentalmente con el uso del lenguaje y las lenguas a través de las cuales se manifiesta». Si la corrección política implica, como ya se ha mencionado, una nueva forma de censura, el problema con la posverdad «está en la correlación entre los enunciados y la realidad de las cosas».

                                   https://www.rae.es/noticia/dario-villanueva-la-correccion-politica-es-una-nueva-forma-de-censura

 

 

Hace un tiempo empecé a reflexionar sobre lo importante de las distintas formas de COMUNICACIÓN.

¿Qué sentido podría tener una academia de la lengua española o de cualquier otra lengua? ¿Se trata simplemente de “gente mayor” que solo quiere imponer normas de educación (esto se dice de esta forma o de aquella)? ¿Es solo eso? 

-        ¡Dejame de jorobar!! (diría algún joven de hoy… y claramente agregaría: ¡no seas patriarcal!!!!!!)

 

NO… el arte de la COMUNICACIÓN, lo primero que debe prevenir es la “mala” comunicación, las secuencias de “malos entendidos” que pueden conducir a pequeños o grandes desastres… solo con mejorar este aspecto ya vale la pena la existencia de una institución que se dedique a eso... “cuando se dice algo se está queriendo decir esto, y no otra cosa…”. Evitar MALOS ENTENDIDOS… fundamental, ESENCIAL.

 

Muchas veces he expresado que, en mi humilde opinión, el avance más importante de toda la historia de la humanidad es que existan normas de convivencia… y que esas normas deban ser respetadas por todos por igual. “todos” incluye a los más ricos y a los más pobres, a los más poderosos y a los menos, a los más instruidos y a los más analfabetos, a los más inteligentes y a los de menos coeficiente… a TODOS. Esto pone a “todos” en un plano de igualdad… ¿igualdad en qué? Igualdad en dignidad como ser humano, e igualdad frente a la ley. 

 

¿Cuál sería el SUSTENTO de esa ley, que por definición debe ser JUSTA, y por necesidad debe ser UNIVERSAL? Una ley que debe ser aceptada por TODOS, bajo la cual regiremos nuestra CONvivencia… ante la cual TODOS tendremos los mismos derechos y las mismas obligaciones.

 

La primera pregunta que me surge, sería:

¿PORQUÉ, si en la época de las cavernas se hacía lo que mandaba el más fuerte, esos “más fuertes” luego permitieron que aparezcan esas normas de convivencia que igualan los derechos de todos, impidiéndoles a esos mismos “mas fuertes” aprovecharse de su circunstancial posición?

La única respuesta que me surge es que la fuerza de la evidencia (sobre la mejor convivencia bajo leyes consensuadas), y la REAL necesidad de convivencia entre “pocos fuertes y muchos débiles” fue gestando la estricta negociación sobre la necesidad de esa ley común.

¿Cuál sería el sustento de esa ley justa y universal? Sería el DERECHO NATURAL.

 

El descubrimiento del derecho natural “exige” la libertad de opinión de todos, y sus análisis OBJETIVOS. El mejor custodio de ese Derecho Natural es que no sea impuesto por alguien, sino que esté abierto a la opinión y al consenso universal…

Cicerón dirá que esa ley, para el hombre culto, es la inteligencia consciente, ya que puede discernir entre la buena y la mala conducta… y escribirá: “existe una ley verdadera, la recta razón, conforme a la naturaleza, universal, inmutable, eterna, cuyos mandatos estimulan al deber, y cuyas prohibiciones alejan del mal. Esta ley no puede contradecirse con otra. Ni el senado, ni el pueblo, pueden liberarnos de la obediencia a esta ley. No es diferente en Roma que en Atenas, ni mañana distinta de hoy, sino que en todas las naciones y en todos los tiempos, reinará eterna e imperecible.”

 

El uso correcto del lenguaje, o sea, aplicar a cada cosa el nombre y la definición que le corresponde, permite que “todos hablemos el mismo idioma”, y por lo tanto, que podamos ponernos de acuerdo frente a las naturales diferencias que existan entre distintos grupos con distintos intereses.

 

El avance en las normas de convivencia, no deja “tranquilos” a aquellos con más poder, ya que se ven “limitados” en poder sacar la máxima ventaja del mismo. MANIPULAR el lenguaje, lo que quiere decirse, lo que está aceptado que se expresa cuando se dice esto o aquello, puede llegar a ser una forma de “sacar ventajas” de una manera que hasta puede pasar desapercibida en muchos casos.

Cuando se va a la guerra, quienes la impulsan, y se benefician con ella, no dicen que “murieron un determinado número de civiles inocentes…” mas bien expresan que desafortunadamente hubieron “daños colaterales”.

Cuando se decide finalizar la vida de un ser humano que crece en su mejor estado de salud en el útero materno, no se dice “arrancamos su cuerpo del de la madre desmembrándolo…”. Para ello, quienes se benefician y/o tienen interés en que el aborto sea visto como un derecho, diseñaron una expresión que “suaviza” el hecho: “interrupción voluntaria del embarazo”.

Y así tantas otras expresiones que intentan distraer la conciencia de los verdaderos hechos, haciéndolos parecer como algo más suave… más llevadero para nuestra conciencia. La FORMA de comunicar es fundamental…

 

Toda esta GRAN introducción para ir diciendo que la expresión “POLITICAMENTE CORRECTO”, en mi opinión, es una MÁS de esas formas de suavizar algo no aceptable por nuestras conciencias.

 

Los medios de comunicación “unidireccionales”, es decir, aquellos en los cuales se transmite algo en donde solo opina aquel que comunica; a diferencia de las “redes sociales”, donde se puede interactuar, y podríamos denominarlos bidireccionales (luego, los dueños de esas redes, podrán bloquear al que piensa distinto); nacieron con un aura de que aquello que trasmiten pasó por un proceso de investigación y búsqueda de la “verdad”.

Históricamente, el periodismo y los escritores o comunicadores en general, supieron construir en el inconsciente colectivo una idea respetuosa del esfuerzo de comunicar en forma “formal”, generalmente escrita, en la cual, siendo acertado o no, se asumía que las expresiones escritas (“formales”) llevaban por detrás un trabajo SERIO de investigación, de confrontación objetiva de opciones… en definitiva, la sociedad “asumió” que quienes comunicaban por escritos (luego también oralmente), CONTRIBUÍAN a la misma, aportando el conocimiento accesible a la época sobre determinado tema… de buena fe. Esos escritos despertaron “CONFIANZA” en la sociedad… se podía disentir, pero se asumía la buena intención en la búsqueda de la verdad al momento que cada uno comunicaba… “si lo dice el diario, la radio o la TV, debe ser cierto…”

Ese nivel de confianza, es un valor MUY importante para cualquier sociedad. 

Alguien, en algún momento, puede haber querido “comprar” esas opiniones que transmiten confianza… no solo se aplicó en el periodismo o con los comunicadores en general. Esta práctica, también fue usada, por ejemplo, en la medicina, donde los laboratorios o las ortopedias, “necesitaban” la confianza que genera el médico al momento de indicar, recomendar o prescribir… para aumentar sus ganancias. En el caso de la salud, la sociedad no se protegió adecuadamente “cuidando” a sus médicos… Con el paso del tiempo, todo esto fue tan manifiesto y preocupante, que fue necesario “blanquear” el concepto de CONFLICTO DE INTERÉS…

Ni hablar de áreas educativas, u otras…

 

La confianza ESPONTÁNEA de una sociedad surge principalmente de la objetividad y la “gratuidad” de lo que se transmite… esos valores, otorgan la sensación de confianza de que fueron expresados con HONESTIDAD INTELECTUAL… MIENTRAS que el “conflicto de interés” ADVIERTE que esa honestidad podría estar ausente…

 

Comprar las opiniones de quienes supieron gozar de cierto prestigio social al momento de comunicar, puede ser una buena forma de direccionar intereses hacia un objetivo, habitualmente comercial…

 

Pero, en mi humilde opinión, sociológicamente se podía ir un paso más adelante aún.

Además de “comprar” la opinión de quien transmite con determinado “prestigio”, también se podría trabajar en que “nadie pueda cuestionarlo”. Allí sería donde surge la manipulación del concepto de lo “políticamente correcto”. En un supuesto nombre de “no ofender” a determinados grupos… podría IMPEDIRSE la simple discusión o análisis de determinados temas…

 

Esta estrategia puede luego aplicarse a cualquier área de interés… donde quien tiene “más poder” quiere que se baje una línea que no pueda ser discutida…

Allí nace la asociación con el triste concepto de posverdad… que puede definirse: «toda información o aseveración que no se basa en hechos objetivos, sino que apela a las emociones, creencias o deseos del público; como una distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales».

 

Finalmente, el presidente de la RAE, Darío Villanueva, expresaba su preocupación:

“En este contexto de corrección política, surge un nuevo término, «interesante a la vez que preocupante: la posverdad». Hay ejemplos que entroncan directamente con la sentencia de que una mentira repetida adecuadamente mil veces, llega se convierte en ‘verdad’”.

 

¿Alguien interpreta, igual que yo, que todo esto podría estar pasando desapercibido?