sábado, 6 de noviembre de 2021

20211106 De nuevo hay ELECCIONES

Todos cometemos errores… pero como dice nuestro papa Francisco: “el tema no es caer, nuestro esfuerzo debe estar en no permanecer caídos…”


Se vienen elecciones… ¿a quien elegimos? ¿A quien apoyamos?

No busquemos candidatos perfectos, porque no los vamos a encontrar... los primeros imperfectos somos nosotros mismos.

Por un instante, olvidemos los nombres: PRIORICEMOS pensar en trayectorias, conductas, propuestas… una cierta coherencia entre lo hecho y lo que se propone.


Esto es parecido a comprar un auto usado… necesitamos CONFIAR… y la confianza nace de la coherencia. NO HAY OTRA.


Observemos las "campañas electorales":

La mayoría de los candidatos basan sus propuestas en descalificar la acción de los otros, en “armados de imágenes” (lo novedoso hoy es llamarse por el nombre, usar ropa informal, estar sonrientes y dar mensajes cortos con buena onda…), estrategias de redes sociales y medios de comunicación, etc, etc…


En mi caso, no es que esté en contra de todo eso, me parece lícito que cada uno sea “pícaro” en la forma de llegar a los demás…

Pero, POR LEJOS, estoy convencido que lo más importante que debiéramos ver en los candidatos (repito: lo más importante POR LEJOS), es su TRAYECTORIA. O sea, lo que esa persona transmite como prioridades en su vida: “cuando actúo, lo hago de esta manera, esto SOY yo, esto es lo que hice, estos son los porqué, y basado en mi experiencia, en mi forma histórica de proceder (según lo que SOY, dentro y fuera de la política) estas son MIS PROPUESTAS para estas elecciones”.

Allí surgirá la confianza o no en ese candidato, no porque sea “perfecto”… sino porque pueda demostrar que intenta una CIERTA COHERENCIA en su vida… y nos transmite, nos genera, cierta confianza.

Nos debe hacer "ruido" aquellos candidatos que solo pueden hablar de determinados temas, que no pueden tratar con espontaneidad y transparencia cualquier temática que se le presente.


Este análisis trasciende a la política, a las profesiones, a las razas, a las religiones, etc… es inherente a la ESENCIA del ser humano: confiamos, SÓLO en base a nuestras experiencias… y a la coherencia de esas experiencias... no debería tener sentido insistir con lo contrario, ¿o si?


Una religión… cualquiera de ellas… no podría resultarnos confiable si fuera en contra del derecho natural con el cual convivimos a diario, en base al cual confiamos como sociedad, y en base al cual nos organizamos ancestralmente… y mucho menos, si el Ser Supremo de una religión fuera el CREADOR de ese derecho natural… por lo tanto, es lógico y esperable que la religión (cualquiera de ellas) y el derecho natural, deban ir de la mano, para que nos generen confianza… confianza basada en la coherencia.


En Argentina predomina el cristianismo como base de organización ética para la conciencia de la mayoría de las personas… 

Justamente en el Evangelio de hoy, Jesús enseña, advirtiendo:

quien no es fiel en lo poco, no será fiel en lo mucho…”

NO SE PUEDE servir a dos amos opuestos entre sí…”


Justamente Jesús HOY nos enseña eso… pero, no es necesario que sea Jesús quien lo diga… independientemente de quien lo hubiera dicho, TODOS estaremos de acuerdo con esas expresiones… son propias del sentido común, según la naturaleza humana (en la cual fuimos creados). O sea, esas frases, siendo dichas por Jesús podrían impresionar solo como “religiosas”, pero son también expresiones COHERENTES con el sentido común… NADIE podría confiarle mucho a aquel que fue infiel en lo poco, o a aquel que, habiendo demostrado, en los HECHOS, que “sirve a un amo”, promete en el proceso "pre-eleccionario" que luego “cambiará” y empezará “a servir” al amo opuesto… coherencia, confianza.


¿Cómo debería reaccionar un político frente a determinadas situaciones?

DEPENDE de las circunstancias…

Lo que debe ser INNEGOCIABLE (repito, ¡innegociable!) es enfrentar cualquier situación según los VALORES de la sociedad a la que representa.

Los VALORES son bienes en sí mismos que trascienden los tiempos y las circunstancias… NO aseguran resultados inmediatos, pero SI son los parámetros sobre los cuales se apoyan la coherencia y NUESTRA CONFIANZA... ¿o no?


Hoy, como en todas las épocas, debemos defender las banderas de los valores más BÁSICOS: 

  • respetar la vida, SIEMPRE.
  • defender la familia, como célula primaria de toda organización en toda la historia de la humanidad.
  • recién LUEGO, vienen otros “imprescindibles”: transparencia, honestidad, apego al trabajo responsable, respeto por las opiniones diversas, coherencia en las convicciones, etc. etc.

NO PODEMOS desconocer estas premisas básicas y prioritarias. TODAS ellas.


Luego, cada uno puede elegir votar a quien quiera, pero NO ESPEREMOS que quien no sea fiel en lo básico y esencial, luego termine siendo fiel en otras negociaciones en “nuestra representación”…

Podemos tener visiones diferentes sobre CÓMO hacer las cosas o encarar determinados problemas, pero NO ESPEREMOS que alguien sea fiel a dos amos opuestos entre sí:

  • el amo interior de “busco el bien común”.
  • VERSUS
  • el amo interior de “siempre busco mi beneficio personal”.


ENFOQUES SIMPLES:

Podemos VOLVER a “comprar el auto usado” que parece igual al último modelo, buenísimo! que tiene las mejores chances electorales… a aquel vendedor que ya nos clavó (engañó) varias veces…

O podemos probar de “comprar el auto usado” a aquel que solo promete VALORES básicos, que ofrece un autito simple y sencillo (pocas chances en estas elecciones, pero con potencial de llegar lejos en un futuro, según nuestro apoyo), pero que nos genera la confianza de la firmeza en el momento que deba representarnos…


Como no habrán candidatos perfectos, cada uno tiene el DERECHO de poner su voto de confianza en el que mejor le parezca (incluso de pensar que “alguien puede cambiar para mejor”…)… todo es válido, EXCEPTO traicionar a NUESTRA PROPIA CONCIENCIA de ver las cosas de determinada manera, y no animarnos a hacer lo que “sentimos” que debemos hacer… por los motivos que sea… mucho peor por conveniencias personales…


Tenemos claro que no queremos corrupción, ni falta de institucionalidad. Tampoco queremos que se atropelle la moral de nuestra cultura. Si hubieran aspectos que necesitan adecuaciones o cambios, que sean planteados bajo la ética del respeto y del derecho natural.


Seamos valientes y coherentes con nuestras conciencias, basados en las prioridades de los valores... Las verdaderas soluciones requieren esfuerzo y compromiso, nunca saldrán de la "transa" con nuestros valores (por más que pensemos que es solo por una vez y por "corto tiempo")... está demostrado que de esa forma, terminan siendo "alguna posibilidad de pan para hoy, y casi seguro hambre para mañana..."

Como repite alguien admirable: “por una vez, pensemos menos en estas elecciones, y pensemos MÁS en las próximas generaciones…”


La mayoría de quienes lean esto, necesariamente habrán tenido un determinado acceso a formación, PUEDEN entender perfectamente de lo que estamos hablando... solo se trata de "mirar para otro lado", o de por primera vez, o una vez más, COMPROMETERNOS.