martes, 27 de febrero de 2018

20180228 OTRO ENFOQUE SOBRE EL ABORTO…

Hace años que, con limitaciones, analizo el problema del aborto (por ejemplo, este es un escrito de hace algún tiempo, creo que toca los aspectos más conflictivos: http://huesodurand.blogspot.com.ar/2013/12/22-de-marzo-del-2012-pensamientos-y_3056.html)

Es un tema que por un tiempo sale del debate público, para luego regresar con más fuerza… en este momento está en la agenda de todos los medios de comunicación y los políticos analizan tratarlo en la Cámara de Diputados.

Voy a expresar algunas reflexiones:

Se ha demostrado científicamente, y sin cuestionamientos, que desde que el espermatozoide del varón fecunda el óvulo de la mujer se inicia un ciclo de vida con una dinámica que es conducida por un código genético propio que solo se detiene en la muerte de ese nuevo ser, y que esto funciona exactamente igual en todos los individuos. Por ello, hoy es fácil interpretar en qué momento se inicia un ciclo de vida y en qué momento termina. El “ciclo de la vida” está claramente identificado, aunque existan distintas interpretaciones legales y/o religiosas sobre desde cuando se lo considera “persona”. Ambos momentos, el inicio de la vida, que siempre es el mismo, como su finalización, que es variable, son hoy claramente identificables, aunque sucedan intra-útero (desde hace tiempo hasta existen intervenciones quirúrgicas intra-uterinas), y por supuesto, el final de la vida también puede suceder durante la infancia, la adolescencia, adultez o senectud. En todas esas etapas, cada individuo “independiente” depende más o menos de otros.

Hay quienes prefieren llamar al aborto “interrupción del embarazo”.
La palabra “embarazo” hace referencia específicamente a los cambios que sufre la madre para alimentar y ayudar a crecer a este nuevo ser vivo, mientras que sería la palabra “gestación” la que hace referencia al crecimiento del nuevo ser.
La palabra interrupción puede tener dos acepciones, una es frenar un proceso que luego puede continuar, la otra es interrumpirlo definitivamente. En el caso de un ser vivo, la única acepción que puede aplicarse para “interrumpir la vida” es sinónimo de matar, ya que una vez interrumpida no se contempla la posibilidad de retomarla. ¿Alguien puede encontrar otro sinónimo que no sea matar al hecho de interrumpir la vida? No estoy siendo tremendista con esta denominación, ya que es claro que el único motivo por el cual se detiene el “ciclo de la vida” es por la muerte. Si la muerte de un ser vivo es provocada en forma intencional se llama asesinato, el cual puede agravarse por la indefensión y por el vínculo.
Es por ello, que me resulta imposible pensar que por alguna razón se pudiera encontrar un beneficio en abortar… y, por lo tanto, transformarlo en algo lícito. Incluso se debe tener presente que cualquier forma que haya conducido al embarazo, por más desgraciada que pueda ser (como por ejemplo una violación), ocurre antes de la concepción del nuevo ser, por lo tanto, nunca podría justificarse que este último pague con su vida por algo que sucedió cuando ni siquiera existía.

Muchos piensan que “quien defiende el aborto debe ser muy religioso…”
En todo este tiempo no pude encontrar a quien pueda justificar porqué se debiera emparentar al aborto con lo religioso. En ese caso, porqué no decir, por ejemplo, que quien luche contra la violencia de género también lo hace por motivos religiosos, o quien se niegue a robar o a ser corrupto, o cualquier otro crimen, al cual cualquier religión también repudie… pero cuando se acaban los argumentos de quienes defienden el aborto, solo queda vincularlo a un “mandato” religioso… esos mandatos que algunos interpretan que las personas que profesan cualquier religión deben aceptar sin tener justificativos… solo porque serían ovejitas que no piensan y solo cumplen órdenes…

Muchos insisten que ese ser vivo es un simple “feto”, queriendo significar con eso que sería “una masa informe de tejidos que le sobran a la madre…”. Al margen de todas las demostraciones científicas de que eso no es así… trato de comprender a los que piensan de esa forma…
Me da tristeza que algunas personas piensen que lo que lleva una mamá en su útero no es un ser con vida propia e independiente, que se encuentra a su cuidado y en su máximo potencial (nunca nadie estará más sano y con mayores expectativas de vida que en ese momento)... sino que es un simple “feto eliminable”. He podido ver muchas mamás que se vinculan con ese pequeño que están ayudando a crecer con un AMOR inmenso, con una sensación de orgullo que las desborda, porque no pueden creer el HONOR que les confiere la naturaleza de ponerlas al cuidado de ese NUEVO ser vivo que día a día sienten crecer (no necesitan que una ecografía se los confirme), cada vez patean con más fuerza, con más tamaño, cada vez reaccionan más a ciertos estímulos... va creciendo un vínculo entre dos seres vivos que se aman... Y a mí me gusta soñar (no es que lo haga efectivamente), sino que me gusta asumir que en mi caso personal, mi relación con mi mamá, mientras yo crecía en su vientre, fue algo similar a lo que describo más arriba... yo siendo amado por mi mamá... Alguien que está convencido que una mujer solo lleva un "feto no ser", ¿será porque en su caso personal no habrá vivido una relación con su madre de esa forma? Me cuesta creerlo... podría ser, pero viendo cómo se dan las cosas hoy en día, me surge más pensar que lo más probable es que quien piensa así, en realidad nunca supo valorar el amor que su madre sí le dio, o tal vez su mamá no le enseñó a hacerlo... tal vez esa madre permitió que ese niño creciera demasiado "consentido", al punto de no saber valorar el amor que puede dar y recibir...

Pero insisto, tengo capacidades limitadas…
Entonces, cuando leo un cartel que dice: “ni una muerte más de mujeres por abortos clandestinos”… cuando veo que tanta gente se moviliza por ese objetivo de proteger la salud de esas madres que están muriendo por un aborto que no podrían evitar y que inocentemente se ven “obligadas” a llevar a cabo en las peores condiciones sanitarias, a riesgo de que puedan morir ellas también (además del bebé)… como a mí también me preocupa que no mueran esas madres, OTRA VEZ, vuelvo a plantearme todo de nuevo…
Entonces descubro una mezcla de ignorancia y contradicción… “¿ni una muerte?” Todos sabemos que cualquier intervención médica, aunque sea llevada a cabo en el mejor centro de salud del mundo está expuesta a complicaciones… ¿y en nuestros hospitales argentinos? TAMBIEN.
Por lo tanto, pensar que legalizando el aborto para que este se realice en un ambiente “sanitario oficial” no habrá más complicaciones, incluso haciendo desaparecer las que pueden conducir a la muerte de la madre (o solo “mujer” para quienes piensan que no hay un hijo en ese útero), sería un pensamiento un tanto infantil…
Me rebela pensar que la gente está confundida… que deberían reconocer que igual habrá complicaciones y muertes, seguramente menos, pero el tamaño de las frustraciones está en relación a las expectativas que uno se genera… pensar que “ni una más…” no es racional…
Entonces sigo pensando… y llego a la conclusión de que SÍ existe una solución para los que tienen la preocupación genuina de que no haya una sola (NI UNA SOLA) muerte más de madres o “solo mujeres” por abortos (ni clandestinos, ni oficiales/legales)… la UNICA solución 100% eficiente para resolver esa preocupación sería que NO se realicen abortos… y traería otro beneficio: TAMPOCO se morirían los bebés aún no nacidos… En ese caso el debate cambiaría el ángulo: educación sexual, ayuda real para la embarazada/gestante y los primeros años del niño,  hacer más eficientes los procesos de adopción, etc, etc.

Honestamente, me resulta tan obvio lo que escribo que muchas veces me frustro y bajo los brazos…
¿Qué intencionalidades existen que no permiten que se reconozca lo que es tan obvio? Estamos analizando y haciendo marchas para “proteger” a quien quiere matar al ser vivo más indefenso y que está bajo su cuidado natural… Algo así como que discutiéramos sobre cómo cuidar a alguien que cometió un crimen, y nos preocupa que podría golpearse mientras corre porque lo persigue la policía…

Hoy tomo fuerzas y arremeto nuevamente con este tema… me gustaría dirigirme a los legisladores…

Un médico de gran prestigio y capacidad acaba de escribir un análisis sobre la Atención de la Salud en la Argentina. Un importante análisis del cual solo extraeré el siguiente párrafo:
“Los agentes sanitarios reiteran inconvenientes cotidianos que se registran en la actividad pública y privada. Entre los temas más destacados figuran guardias desbordadas por la demanda, carencia de especialistas (clínicos, pediatras, terapistas, neonatólogos, cirujanos, etc.), demoras para atención ambulatoria, saturación de internación clínica y psiquiátrica para agudos y crónicos, déficit de camas en unidades cerradas (UTI y UCO), centros de atención de adicciones colmados (o inexistentes), retrasos en la provisión de insumos, escasez de anestesistas, listas de espera crecientes para cirugía, edificios obsoletos con mantenimiento e higiene insuficientes, nombramientos escasos y retrasados, concursos tardíos y aislados, cargos de residentes libres aún en especialidades críticas, carreras médicas incompatibles entre reparticiones (municipalidades, CABA, provincia, nación), salarios exiguos, retrasos en los pagos, creciente trabajo “en negro”, inseguridad institucional que enmarca contextos de violencia crecientes contra profesionales… pacientes descontentos y disgustos que condimentan y oscurecen la práctica y plantean dudas formales respecto de la eficacia, eficiencia y equidad del sistema sanitario.“

¿Justifica dedicar tiempo, esfuerzos, recursos a analizar el tema de legalizar o no el aborto, distrayendo a quienes deben ocuparse de la cantidad de cosas pendientes que se enumeraron más arriba? Habría que tener presente, que desde la Constitución Nacional, nuestro país adhiere a la Convención sobre los Derechos del Niño (ley 23849), en la cual se dice: “se entiende por niño a todo ser humano desde el momento de su concepción”.
No se advierte, por otra parte, que se analicen los efectos adversos que puede dejar la práctica de abortos en las mujeres. Además de importantes afecciones emocionales y psicológicas que aumentan en forma significativa en las mujeres que abortan, también se lo ha relacionado al aumento de partos prematuros en embarazos siguientes y al cáncer de mama.
Necesitamos mucha dedicación en contener a la madre embarazada y en ayudarla con ese niño pequeño, ya que nuestro futuro como sociedad depende de ellos.




domingo, 11 de febrero de 2018

20180211 Solidaridad aguda y Solidaridad crónica. El manejo de la información que deriva en la buena organización.

Nadie puede decir que los argentinos no seamos solidarios... cuando se habla de solidaridad, inflamos el pecho... “ha sido muchas veces demostrada” (pensamos…).

¿Importa si somos más o menos solidarios que el resto del mundo?
Creo que no... pero si es útil comparar los resultados de los esfuerzos solidarios de los distintos lugares, para analizar si somos eficientes o no.

¿Porqué en sociedades más organizadas, los problemas que disparan la solidaridad terminan con soluciones a largo plazo y en cambio por acá vuelven a repetirse como si fuera la primera vez?
Un admirado amigo me enseñó el significado de la palabra resiliencia: “capacidad de adaptarse positivamente a situaciones adversas y tener la chance de salir fortalecidos”.
¿Porqué nos cuesta salir fortalecidos de las situaciones difíciles?

Se me ocurrió tratar de entenderlo dividiendo el concepto de solidaridad en aguda y crónica... donde la solidaridad aguda sería reaccionar en el momento y la crónica sería encarar las acciones que eviten que la dificultad vuelva a presentarse o que, si se presentara, nos encuentre mejor preparados…

Reaccionamos más con el corazón que con la razón.
Nos conmueve ver a alguien necesitado, pero nos cuesta organizarnos para que deje de estarlo.
Cada uno íntimamente podrá preguntarse: “¿reaccionamos pensando en ayudar a los necesitados o más bien para calmar nuestra propia angustia? ¿Es un acto de entrega a los demás o se trata de reacciones un tanto egoístas que nos hacen sentirnos bien y poder de alguna manera sacarnos la responsabilidad de encima?”

¿Cómo se entiende que ante la inundación de una ciudad, alguien rápidamente acuda en su auto llevando víveres, pero luego al alejarse del lugar tire la basura por la ventanilla... basura que tapará los desagües que debieron prevenir esa misma inundación?
Reaccionamos en el momento frente a la necesidad, pero nos cuesta pensar más en largo plazo...
Alguien me dijo: “el corazón de los argentinos es grande, igual que en otros lados... pero le cuesta sentarse a escribir y seguir reglamentos...”

¿Que significaría pensar a largo plazo?
Podría ser algo así:
Hacer un informe detallado de lo que sucedió, recabar toda la INFORMACIÓN posible y luego juntarse con otros que también tengan información acumulada y entre todos ORGANIZARNOS para trabajar en prevenir que algo suceda o estar mejor preparados para el caso que vuelva a suceder...
Se debe estar dispuesto a discutir, a ceder, a no imponer, a escuchar a los que más saben de determinado tema, ese mismo que habló luego deberá hacer silencio y escuchar a otros... CONSENSUAR...

Finalmente se necesita fomentar la cultura de respetar los protocolos, los procedimientos elaborados por esos que pueden ser más o menos expertos, pero que tienen el gran mérito de haber recolectado la información, haberse organizado para analizarla y haber discutido hasta lograr un consenso... RESPETAR todo eso...

Bueno, creo que voy entendiendo... los argentinos tenemos virtudes y defectos como todos... importantes extensiones, grandes recursos naturales y recursos humanos variados… y además una cultura de cómo encarar los problemas.
De los valores que fueron apareciendo en este escrito tenemos algunos y nos faltan otros... bueno, lo que nos pasa termina siendo una consecuencia de cómo somos o de lo que hacemos, que es más o menos lo mismo… somos según lo que hacemos y hacemos según lo que somos…

¿Se puede mejorar? Siempre se puede.
¿Buscamos mejorar como sociedad? Para empezar, se necesita reconocer un problema y luego estar dispuesto a ceder en lo individual para que predomine la mejoría general. ¿Tenemos este tipo de cultura u organización?

Analicemos brevemente algunos ejemplos. En estos primeros días de febrero, predominaron algunos temas en la opinión pública:
-   1) Situación procesal del policía que mató al delincuente que estaba acuchillando a un turista.
-       2) Muerte de una periodista durante una endoscopía.
-       3) Inundados en el norte de Salta.

¿Cuál es nuestra reacción como sociedad frente a esos temas?

- 1) Los medios de comunicación muestran una grieta entre los que quieren más derechos para los que tuvieron menos oportunidades y delinquen vs quienes quieren más apoyo a las fuerzas de seguridad y mayores castigos inmediatos para los delincuentes... ambos tienen una parte de razón... ¿dónde se progresa? ¿dónde se logra resiliencia? Seguramente en el consenso de las razones…
- 2) ¿Se busca un culpable y un “show” de ello? o ¿se busca mejorar el sistema para prevenir que algo así pueda volver a suceder?
- 3) Los inundados me toca más de cerca, porque estoy cerca de gente extraordinaria que se ocupa de esas comunidades desde hace muchos años.
A pesar de involucrar a más de 25000 personas que se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad agravada por un desastre natural de enorme magnitud, la cobertura en los medios es mucho menor que la de los dos casos anteriores.
Sin embargo, hay mucha gente que se involucra y colabora, “solidaridad aguda” a flor de piel. También lo hacen ONGs y organismos públicos (provinciales y nacionales), no todos con el mismo compromiso y la misma capacidad de acción, pero seguramente todos con la ilusión de que las cosas mejoren. Sin embargo, cada uno lo hace desde su sector, sin una coordinación general que transforme los esfuerzos en resultados más eficientes.

¿Porqué reaccionamos así? Porque somos así. 
La evidencia de los hechos no permite pretender ser lo que no se es (por más que esto sea una generalización y que hallan excepciones). La primera condición para mejorar podría ser hacer un buen diagnóstico del problema, como somos culturalmente.
Luego se podrá ver si tenemos intención de cambiar algo y cómo podríamos intentar hacerlo…

Se le atribuye a Einstein la frase: “No pretendamos que algo cambie si siempre hacemos lo mismo”.