viernes, 15 de noviembre de 2024

20241014 Seguridad social, vulnerabilidad... aprender a ser AGRADECIDOS

Quiero escribir algo sobre este tema del título... pero todavía no lo tengo muy claro. Siento que esos temas tienen una "conexión" entre ellos, pero no se bien cómo expresarlo... 
Arranco, a ver cómo va saliendo... 
Agradezco si alguien quiere ir enriqueciendo las ideas con su aporte.

Las expresiones "seguridad social" y "vulnerablidad" fueron ingresando en nuestro vocabulario diario en los últimos años… No es que antes no existieran, pero me pregunto: ¿quién las escuchaba seguido hace 30-40-50 años…?
En mi infancia, de hace 50 años, era fácil, y natural, convivir con personas de distintas "clases sociales"… Basándonos exclusivamente en una división de “clases sociales” por ingresos económicos (como se tiende a hacer hoy), con total espontaneidad, convivíamos, como amigos, con personas de distinto poder adquisitivo. En mi Salta natal, crecí con chicos que tenían mucho más recursos económicos que yo, todos mezclados con otros que tenían mucho menos. No escuchábamos hablar de “seguridad social” ni de “vulnerabilidad” basados en esos parámetros.

Tengo claro, que en mi casa, y en la de mis amigos más cercanos, el concepto de “división social” (si es que corresponde hablar de “división”) estaba centrado en la educación. Pero no en los títulos educativos, sino en el respeto por determinados VALORES (eso era lo más importante al hablar de educación)… los cuales eran respetados por las familias bien educadas… como por ejemplo, el respeto por la familia, por el matrimonio, por los adultos, por los pares de cada uno, por los buenos modales, por no consumir tóxicos, por la espiritualidad (religión), etc., etc.
Como nadie es "perfecto", en todas las familias, incluidas las “bien educadas”, sucedían cosas que iban en contra de esos valores… ¿Qué se hacía cuando se transgredían esos valores? Como en todas las épocas, algunos trataban de corregir las “macanas” que pudieran haber sucedido, y otras familias trataban de ocultarlas…
Pero, logrando respetar esos valores o no, todos teníamos claro aquello que se interpretaba como que funcionaba mejor (lo que estaba bien), y lo que se asumía como que funcionaba peor (lo que estaba mal).

Hoy es moda decir que un llamado “patriarcado” habría instalado ("impuesto por la fuerza") esos VALORES de RESPETO por ideas que se consideraban centrales... y que, por lo tanto, no serían válidas.

Considero que es absolutamente LÍCITO cuestionar si esos valores son buenos o no, y llegado el caso, reemplazarlos por otros mejores…
Pero no fue ese el procedimiento… simplemente se los pretende desechar sin argumentos, y reemplazarlos por el siguiente concepto: “Hacé la tuya, sin pensar en valores que puedan estar relacionados a una sana convivencia… ¡Solo pensá en vos y en lo que te conviene! ¡Disfrutá la vida! no permitas que otros te condicionen tu felicidad”... (sin pensar/interpretar que la felicidad pudiera venir DESDE la buena convivencia con otros, por los cuales, a veces nos sacrificamos, y ellos lo hacen por nosotros...)
Ese egocentrismo de pensar primero en uno mismo se ha ido dirigiendo principalmente al acceso que cada uno pueda tener al consumo (habitualmente se entiende por consumo a aquellos bienes o servicios que pueden ser adquiridos con dinero).
Básicamente, mi impresión es que se va valorando menos lo comunitario, y se va prefiriendo el beneficio personal... 
Ojo, no me refiero a que antes no existiera el egocentrismo, tengo claro que siempre existió el pensar más en uno mismo que en el bien común, pero también tengo la impresión que hoy, conceptualmente, (tema a debatir) se estaría promoviendo más el disfrutar el placer del momento, que valorar a quien se esfuerza por un bien común a largo plazo... Para empezar, cuesta mucho enseñar a nuestros hijos el valor del esfuerzo para objetivos a largo plazo, que suelen ser duraderos; frente a la opción del "atajo" para llegar rápidamente a placeres del momento, que suelen ser más efímeros.

Toda esa movida "del placer del momento" fue coincidiendo con que cada vez se fuera valorando más la disponibilidad de recursos económicos, y se fuera valorando menos lo que antes se llamaba una familia BIEN educada (respeto por valores esenciales), donde se valoraba el esfuerzo para llegar a BUENOS objetivos de largo plazo.
Entonces, en esta época, inconscientemente, pareciera que el parámetro de “seguridad social” está dado principalmente por la disponibilidad de recursos económicos.
Y bajo ese mismo paraguas, se empieza a usar la palabra "vulnerabilidad"... para quienes tienen poca posibilidad de consumir, de acceder al algunos "consumos básicos".

Asumo que en el imaginario de la mayoría, cuando se habla de alguien vulnerable, nos representamos a alguien con bajos recursos económicos.
En general, no pensamos que alguien vulnerable podría ser quien no sabe manejarse bien con los recursos que dispone (sean muchos o pocos)… Se ha instalado más el pensar que alguien sería más vulnerable por no poder "consumir recursos básicos", que por lo que alguien podría SER en capacidades, y tal vez, no necesitar consumir... no se si logro hacerme entender.
Ej, ¿cuántas personas que disponen de billonarios recursos económicos no saben ni siquiera preparar un huevo frito (como ejemplo de algo básico que pudiera necesitar una persona... trasladar la misma idea a tantos otros temas...)? Es cierto que disponen de los recursos económicos para que otros le acerquen los alimentos, y todo lo que necesitan, y en buena cantidad. Pero ¿qué pasaría si cambiara la situación? ¿Qué pasa con la autoestima de esas personas? A veces un orgullo mal entendido, a veces creer que por tener más, "son" más... Tener mucho puede ser muy bueno si uno lo sabe "usar" para que todos estemos mejor... se pone más difícil cuando solo busco acumular para mi mismo...
Pensemos, por ejemplo:
¿PORQUÉ, porcentualmente, hay una mayor tasa de suicidios entre quienes más tienen, que entre quienes menos tienen?
¿Podrá estar asociado al hecho de que las expectativas estén más orientadas hacia el tener, que hacia el SER?

Cuento una experiencia personal:
Hace algunos años fui invitado a ayudar a comunidades denominadas “vulnerables” en el norte de Argentina, pero resulta que, cuando estoy allí, supuestamente ayudando/enseñando… descubro que ellos tienen tanto para enseñarme a mí...
Ej ¿Cómo hacen para ser felices con los pocos recursos económicos que tienen? A mí me daría pánico… soy mucho más vulnerable que ellos, al menos en ese sentido… pero a simple vista, según los cánones actuales, no parece de esa forma.
En muchos de esos hogares humildes, en recursos económicos, se siguen respetando valores que antes hacían que una familia fuera considerada BIEN educada… mientras que en muchas familias de las grandes ciudades, que siempre fueron consideradas como tradicionales y de buen comportamiento, actualmente no se respetan los valores que en alguna época les hacían merecer el calificativo de “familia bien educada”…
¡¡¡Cómo cambiaron nuestras apreciaciones!!!

Interpreto que todo esto tiene que ver con el grado de reflexión que le damos a nuestra espiritualidad, cuanto nos ocupamos de reflexionar sobre lo que puede estar bien, o hacernos bien, y lo que no.
Con el tiempo fui aprendiendo que la clave es el amor. Manejarnos con amor significa pensar primero en el otro, antes que en mí mismo... si todos hiciéramos eso, llegaríamos a un circulo VIRTUOSO perfecto.
Pero, como el amor supone diferencias (no hablaríamos de amor si todos pensáramos igual), por eso una clave del amor es el perdón. Perdonar, saber pedir perdón, y saber aceptar el perdón y sentirnos perdonados... ¡cuánto tengo para mejorar!

¿Cómo interpretar/comprender que se puede ser feliz, o que se puede ser mejor persona (estar mejor formados, mejor preparados para la vida), independientemente de los recursos económicos? 
¿Podrá ser que nos estemos equivocando al medir todo desde la óptica los recursos económicos disponibles? ¿Será que eso es lo que pretenden instalar quienes SOLO tienen recursos económicos, amparados por aquellos que SOLO querrían acceder a más recursos económicos (que son muchos)?

Estaba pensando que otra CLAVE CENTRAL del amor, que no tiene en cuenta las pertenencias, es el hecho de ser agradecido.
Cuanto ayuda el humilde agradecimiento, sin segundas intenciones, a aprender a valorar las cosas en su justa medida, a reconocer lo útil que pueden ser ciertas cosas y los propios recursos económicos en determinadas circunstancias, pero que las personas son SIEMPRE más importantes y valiosas... y que cada uno tiene algo para aportarnos y enseñarnos... aunque no lo parezca.

¿Cuánto tenemos para agradecer?
Una vez participé del rezo del Rosario en una cárcel... me sorprendió que cada preso, antes de hacer su petición previo a cada misterio del Rosario, sistemáticamente todos empezaran diciendo: "te agradezco Señor por un nuevo día"... y luego pedían o agradecían algo.
Yo nunca había agradecido el hecho de despertar para vivir un nuevo día, a pesar de que fui bendecido con tanto...
Tanto para agradecer, desde tantos aspectos...

Muchas veces vivimos como asumiendo que todo lo que tenemos es por merecimiento propio... o sea, asumimos que nos merecemos mucho más que aquellos que tienen menos que nosotros... ¿bajo qué parámetros podríamos pensar en esos merecimientos propios? No lo sé, pero lo hacemos. 
A veces, cuando veo una cola de autos esperando su turno para pasar, y me descubro a mi mismo "graciosamente" pasándolos a todos por la banquina, cuando me doy cuenta de la tontería que estoy haciendo, pienso: "¿quien me creo que soy yo... qué maldito privilegio creo que puedo tener sobre los demás, para no respetar el turno de aquellos que están esperando?"...
En el fondo, pienso que soy muy vulnerable cuando no se valorar al otro por lo que es, simplemente por ser una persona como yo, con los mismos derechos y obligaciones... cuando me CONFUNDO, y creo que "merezco más", o que "soy más"... es justamente cuando soy menos... cuando no entiendo nada de lo esencial, me vuelvo tan pequeño, que soy más vulnerable...

Estoy convencido que las personas AGRADECIDAS tienen mucho menos chance de caer en esas confusiones... es como que naturalmente la tienen mucho más clara.
Cuando agradecemos, descubrimos que SOLO agradecemos a las personas, nunca a las cosas o a los bienes materiales (por más cuantiosos que sean, y por más esfuerzo que hayamos puesto para conseguirlos)... y SOLO son otras personas quienes nos agradecen a nosotros.
Siendo agradecidos, vivimos de verdad la frase de que "las personas son para ser amadas, y las cosas para ser usadas, NUNCA al revés..."

Si pudiéramos comprender que todos somos iguales en esencia, y que nos volvemos más fuertes y poderosos cuanto más nos ayudamos entre todos, y que somos más insignificantes y vulnerables cuando más nos aislamos en nuestro egocentrismo, en solo saber observar nuestra conveniencia circunstancial del momento... si pudiéramos entender eso, sería IMPOSIBLE que un niño dentro del útero de su mamá esté más vulnerable que quienes ya hemos nacido, más todavía, considerando que eso es así especialmente en grupos sociales más acomodados que en los más humildes (el último año, globalmente, se registró un mayor número de abortos en todo el mundo, que todo el número de muertes, sumadas entre ellas, por cualquier causa)...

AGRADEZCO tanto haber tratado a tanta gente diferente, de distintos "niveles sociales" o de distintos recursos económicos, y a personas que piensan distinto a mí (¡todas! en algún punto... incluida/s aquella/s con quien/es elegí pasar la vida más juntos)... de todos aprendí mucho.
¿CUÁNTO que me falta todavía por aprender?
Creo que el más agradecido, seguramente es el más feliz... (¿dónde quedarán esos "niveles sociales" y esas personas que consideramos los más "vulnerables"... barajar y dar de nuevo...)



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