miércoles, 18 de agosto de 2021

20210918 CONVERSAR

Acabo de escuchar una charla TED muy interesante sobre el tema... Al mismo tiempo, vengo pensando en lo importante que es LA COMUNICACIÓN… el eje para mejorar o empeorar las cosas, para tener chances de resolver… o no.

 

Me surgió escribir… como disparador para PENSAR, para COMPARTIR… 

Cuando escribimos, nos vemos obligados a redondear una idea, a justificarla… para que, cuando la re-leamos, tenga sentido (que no sea solo el fruto de un impulso del momento, del cual, luego, puedo arrepentirme).

Al mismo tiempo, cuando leo algo que escribió otro, le estoy permitiendo el tiempo necesario para que redondee la idea… y tengo mejores chances de comprenderlo. ¿PODRÉMOS hacer algo así en una CONVERSACIÓN?

 

¿Cómo estoy comunicando?

No existe diálogo, sin escucha… TODAS las conversaciones inician con algo que tengo para decir, o con algo que otro tiene para decirme (ESCUCHAR).

 

Se ha estudiado que las personas que solo hablan, o intercambian ideas, con los que piensan parecido, se vuelven más terminantes en sus ideas, ¿más inflexibles?… pero ¿cómo profundizar una conversación con el que piensa distinto?

Cuando el diálogo se debilita, la posibilidad de ACUERDO se aleja.

Surge graficar con un lindo ejemplo: “la conversa es como el fuego… se nos puede apagar, o se nos puede ir de las manos…” EQUILIBRIO… necesitamos el fuego encendido.

 

Crecimos con la idea de que es mejor NO HABLAR de espiritualidad, o de política, o cualquier otro tema que puede ser esencial para nuestras vidas, porque podríamos tener visiones diferentes y "pelearnos", alejarnos… “no hablar”… o sea, quedarnos solo con lo que tiene cada uno, arreglarnos solo con eso… y luego, cuando nos toque inter-actuar en esos temas esenciales que hacen a nuestra con-vivencia, reaccionar improvisadamente, cómo salga en el momento… 

La OTRA opción sería APRENDER a conversar sobre los temas más importantes, para tener mejores chances de crecer y mejorar… como individuo y como sociedad. 

Lo que YO opino, ya lo tengo… solo puedo enriquecerlo con otras opiniones.

 

¿Podemos diferenciar a las opiniones de las personas?

Todas las personas merecen respeto de inicio, pero todas las ideas merecen ser evaluadas… tendrán más peso, se lucirán más, mientras más y mejor pasen el filtro del análisis… las ideas, recién se van ganando el respeto A MEDIDA que van siendo más debatidas, más pulidas, mejoradas. Dos personas que INICIALMENTE piensan distinto sobre un tema, PUEDEN avanzar hacia una idea de CONSENSO… solo depende de ellos, no del tema o de la idea… depende de su capacidad de diálogo, primero de la capacidad de escuchar, y luego de la capacidad de decir, de trasmitir…

¿Cómo es el CLIMA del debate que generamos? Tanto en “nuestro grupo”, con ideas similares; como con aquellos que de arranque pensamos distinto…

“¿Libertad de expresión?”... es más fácil cuidarla, que luego recuperarla.

 

Las ideas MERECEN el análisis…

Primero ¿porqué yo pienso de determinada manera respecto a algún tema? ¿estoy influenciado por una transmisión de conceptos con mayor o menor fundamento? ¿solo porque me lo transmitieron así, y punto?

Segundo, distinguir cómo puede ser la mejor manera de probar los fundamentos de determinada idea…

Luego, ¿cómo impacta en los determinados contextos?


De nuevo, ¿puedo separar la opinión, de la persona? 

¿Puedo ASUMIR que solo soy un engranaje más de la construcción de una buena idea… y que al mismo tiempo puedo ser un “palo en la rueda”? 

¿Estoy dispuesto a aceptar no ser el “dueño” de la idea, o el protagonista principal? 

¿Me enojo con el otro porque aportó una visión distinta a la mía?


¿Cómo ENSEÑO a los demás a ser tolerantes y prácticos, para luego tener mejores chances que seamos ejecutivos? El ejemplo… LIDERAZGO.

 

“QUIZÁS TENGAMOS MÁS EN COMÚN CON LOS QUE INICIALMENTE PIENSAN DISTINTO, PERO QUIEREN CONVERSAR… QUE CON LOS QUE COMPARTEN UNA OPINIÓN, PERO SON INTOLERANTES”.





1 comentario:

  1. Muy bueno Hueso! Escuchar y buscar puntos de encuentro. Para poder avanzar sobre lo que se coparte.
    Animarse a hacer pruebas con el que piensa diferente. Por ejemplo: ¿Vos opinás que hace frío y tenemos que salir con bufanda? Para mí no, pero hoy te acompaño con la bufanda puesta. Mañana acompañame vos sin ella.

    ResponderEliminar