THOMAS
ELKINS debe haber sido una buena persona. Yo no llegué a conocerlo. Pero pienso
que habrá sido así, porque llegó a ser una autoridad mundial en el tratamiento
de alteraciones del piso pelviano, y gran parte de su experiencia la obtuvo en
Misiones Solidarias Médicas en el centro de África… en general, esa entrega
desinteresada solo la tienen las buenas personas…
Además,
un amigo mío, Alejandro Nolazco (médico urólogo), hace 15-20 años tenía una
paciente muy compleja, y sin conocerlo personalmente decidió escribirle un mail
al Dr Elkins para pedirle consejo… El Dr Elkins, jefe del
Servicio de Reconstrucción de Piso Pelviano de uno de los Hospitales más
prestigiosos del mundo le respondió:
-
“Anotala en quirófano que yo viajo a Buenos
Aires y te ayudo a operarla…”
- “Muchas gracias Doctor! Pero esta es una señora
que no tiene medios como para afrontar sus honorarios…”
-
“No te preocupes… no hay honorarios que cubrir…”
El
Dr Elkins vino a la Argentina y en esos pocos días trabó una gran amistad con
mi amigo, que a su vez se ofreció a acompañarlo en sus viajes
Solidarios al África… pero lamentablemente, 3 meses después, el Dr Elkins tuvo
un infarto al corazón y falleció.
Mi
amigo quedó muy impactado… y acostumbrado en su vida al intercambio de dar y
recibir ayuda, sentía interiormente la “responsabilidad” de apoyar la obra
iniciada por el Dr Elkins… En esos años, la situación económica de la Argentina
(fines de los ’90) estaba muy complicada, por lo cual se le hacía muy difícil
conseguir los recursos para ayudar en África… Es así, que alguien le dijo:
“nosotros tenemos nuestra propia África acá en el norte de Argentina”.
Así
fue como en el año 2000, luego de conseguir cierta ayuda, junto con un grupo de
médicos solidarios, se pudo realizar el primer viaje de asistencia médica a la
zona de Santa Victoria Este, que queda al NE de Salta, muy cerca del límite
entre Argentina, Bolivia y Paraguay. Es una zona de difícil acceso, donde viven
comunidades aborígenes de distintas etnias, siendo la Wichi la predominante.
Las
hermanitas franciscanas de la Inmaculada Concepción les dieron alojamiento de
corazón… y desde allí a recorrer infinidad de parajes, ofreciendo asistencia
clínica, pediátrica, ginecológica, odontológica y muchos etc…
El
espíritu abierto, alegre y solidario, y también de alta profesionalidad del
grupo, aspectos especialmente cuidados por el líder, permitió lograr el
principal “capital” que hoy tiene este “equipo de tareas sanitarias”… contar
con LA CONFIANZA profunda de las comunidades locales y sus caciques
conductores.
Se
trata de un choque cultural muy importante, y como dice SS Benedicto XVI en la
Encíclica “Caritas in Veritate”, solo se puede expresar la verdadera caridad
(que significa amor al prójimo) si primero comprendemos las VERDADERAS
necesidades del otro… de lo contrario, se corre el riesgo de ejecutar acciones,
bien intencionadas, pero que solo calman nuestra conciencia, y que poco ayuda a
las verdaderas necesidades de los necesitados…
Se
produjo una muy linda comunicación entre el grupo médico solidario y las
comunidades locales, y al día de hoy se realizan más de 3500 consultas anuales
con innumerables pacientes de distintas especialidades clínicas en seguimiento…
Las
consultas se realizan en las mismas “casas/taperas” de los pacientes, o en las
escuelas o alguna edificación municipal… a veces simplemente debajo de un
árbol… con el mismo cariño y profesionalidad que si estuvieran en el
consultorio del Hospital más moderno. Un grupo de choferes magistrales
trasladan a los médicos en camionetas, munidos de enormes cajas con
medicamentos, por caminos muchas veces intransitables… distintas empresas
colaboran… disponer de un grupo electrógeno fue muy importante porque permitió
continuar con las consultas cuando ya se va haciendo de noche… tener un
ecógrafo permitió mejorar la calidad de los estudios… múltiples etc…
Una
cosa trae a la otra… también se fueron gestando otras acciones de ayuda…
seguimiento escolar, búsqueda de mejorar el agua, huertas sustentables, etc,
etc…
También
se iban detectando pacientes que necesitaban cirugías… pero para ello era
necesario otro tipo de infraestructura… y allí, en los mismos parajes, el grupo
conoce a otro médico que desarrollaba una tarea similar, con el mismo amor y
dedicación por los necesitados… y ese DOCTOR, el Dr Enrique Heredia, llega a
ser Ministro de Salud de la provincia de Salta, y de esa forma, nace una sana
vinculación entre las autoridades locales y este grupo de ayuda sanitaria, y
por su intermedio se pone a disposición los quirófanos del Hospital más próximo
(a unos 100 – 150 km) y la logística de traslado de pacientes, para poder
ayudar a los que tenían patologías quirúrgicas.
Así comienzan
los viajes de especialistas cirujanos y nace también una vinculación muy fuerte
con el personal local del Hospital de Tartagal, quienes en forma desinteresada,
entregan horas y horas de trabajo para que las operaciones se puedan llevar a
cabo.
Hoy
estamos retornando luego del IV operativo quirúrgico (3-4 días intensos de
cirugías desde la mañana hasta la noche), que nos permitió ya haber realizado
alrededor de 200 cirugías (muchas de alta complejidad), en un período de 2
años…
TODA
ESTA OBRA surgió a partir de un SI!!!
Un
SI de alguien (que siendo un gran profesor en una de las Universidades de mayor
prestigio del mundo) a quien un día un desconocido contactó para pedir un
consejo, y él redobló la apuesta y contestó: “no solo te doy el consejo,
también voy y te ayudo”… Ese solo gesto (por supuesto nada menor) fue la
semilla que fue germinando en algo impensado por lo grande que es hoy… por eso,
el fundador y líder de este grupo, sigue sintiendo que desde algún lugar Thomas
Elkins nos sigue ayudando… y es así que hoy este grupo lleva por nombre
“amtena” que es una palabra Wichi que hace referencia al encuentro con el otro,
y que también son las siglas de A.M.T.E.N.A. (Asistencia Médica Thomas Elkins
Norte Argentino).
GRACIAS
Thomas Elkins por haber encendido esta llama… GRACIAS Alejandro y Enrique por
haber avivado esta llama con tanta fuerza… hay muchísimas historias en el medio
que merecen ser contadas (por ejemplo la de Lucy, una joven wichi que vino de
uno de los 1ros viajes a estudiar, y hoy es una gran enfermera en el Hospital
Austral y una incansable trabajadora en cada uno de estos viajes…),
innumerables historias de fe, de bien, de alegría luego de grandes esfuerzos…
GRACIAS a cada uno de los que colabora en silencio en esta gran obra...
GRACIAS a cada uno de los que colabora en silencio en esta gran obra...
GRACIAS
por enseñarnos que UNA buena acción puede tener efectos inimaginables, gracias
por enseñarnos en la vida diaria como se hace el lío que nos pide el Papa
Francisco…
GRACIAS,
GRACIAS, GRACIAS…
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