Este escrito, como todo lo que escribo, empezó con muchos errores, de todo tipo... Muchos de ellos, se fueron corrigiendo gracias a sus aportes, comentarios y/o correcciones.
¡MUCHAS GRACIAS!
Así va quedando:
Asumimos que la familia es la célula esencial de todas las sociedades. ¿Por qué? Porque allí es donde aprendemos a comportarnos... aprendemos a SER.
¿En qué lugar se ejerce con "mayor intensidad" ese comportamiento aprendido, y desde dónde, luego, se enseña al resto de los miembros de cada familia, para que, cada uno aprenda a comportarse de tal o cual forma? En EL MATRIMONIO (o en la vida en pareja, a la cual, en este escrito arrancamos llamando "matrimonio"). Considero que el matrimonio es el corazón que debe latir cada día para darle vida a cada familia... será la fuente de energía, y quien determinará con mayor influencia el modus operandi de cada familia...
Si bien este texto ha tenido mucha colaboración de otros, finalmente está redactado por mí,
por lo tanto está sesgado por una sola visión, la mía.
Incluso, los comentarios del final, enviados por otras personas, están resumidos por mi propia interpretación...
Pido disculpas por anticipado, si en algún momento, alguien interpreta que me expreso en forma inapropiada, ya que no es mi intención "decirle" a cada uno lo que debe hacer, ni tampoco expresar que "las cosas deben ser de una forma u otra"...
sino ayudarnos a PENSAR, entre TODOS, cada uno con sus experiencias, pero al mismo tiempo con nuestra honestidad de conciencia... en la búsqueda del bien.
Cuando nos referimos "al matrimonio" surgen innumerables teorías de lo que "debería ser"... pero luego se presenta la vida misma, llena de imponderables y dilemas cambiantes, que hace que "las teorías" vayan "quedando de lado", y cada uno vaya haciendo lo que va pudiendo, lo que le va saliendo... No existen matrimonios "perfectos", existen los que cada uno va construyendo, con más o menos amor, y punto.
Esto es muy cierto, pero también sucede que todas las relaciones se construyen.
Si no nos tomamos un momento para reflexionar sobre lo que sería nuestro "ideal", si no nos proponemos algunos objetivos mínimos que nos gustaría alcanzar, luego, cuando miramos para atrás, resulta que la vida "nos llevó puestos", y pasaron muchas cosas que "si las hubiera pensado mejor...".
Estoy convencido que nos puede ayudar tomarnos un tiempo para compartir reflexiones... Tengo la impresión de que pocas veces hablamos en confianza sobre estos temas, o menos de lo que, tal vez, sería conveniente (bastante menos los varones que las mujeres).
¡¡¡NUNCA ES TARDE!!!
Creo que la institución del matrimonio no tiene la consideración que merece... me refiero a la comunidad, a la sociedad en general.
A algunas personas "no les va" hablar del matrimonio como una "institución"... a mí, me surge espontáneamente considerarlo así (cada uno con su propia historia), pero cada uno puede denominarlo como le sienta más cómodo.
En la actualidad, la sociedad civil tiene más interés en legislar sobre cómo “salir” del matrimonio, que por cómo fortalecerlo. Pasa algo parecido, por lo tanto, con "cuidar" las familias. Es importante tener claro que, esa "intencionalidad" de debilitar al matrimonio, en muchas ocasiones, no se ejecuta con el "bolsillo" de quienes promueven esas ideas, sino con los impuestos que pagamos entre todos, incluidos quienes leemos esto.
Los medios de comunicación masiva, en general, denigran al matrimonio como algo anticuado, y cada vez que pueden, ridiculizan a la fidelidad y ensalzan distintas formas de “amor libre”… como algo novedoso, de avanzada… ¿Será una creencia honesta y reflexiva de quienes "conducen" en los medios? ¿O será, como algunos opinan, que existirían intereses que sustentan estas ideas, "convenciendo" a "desprevenidos"? Por supuesto, hay honrosas y admiradas excepciones.
Dentro de la Iglesia Católica, el matrimonio ha sido considerado con la importancia de un sacramento, pero tengo la impresión que luego, no tiene una reflexión constante, un seguimiento, que busque fortalecer sus cimientos en forma permanente… Y no es que no sea necesario (por muchos motivos), y por supuesto, también, existen excepciones muy lindas.
Estimo que en el ideario popular, hoy tiene mucho más fuerza en su posible continuidad una separación ("estoy decidido, esto no va más"; "si, te entiendo"), que una unión matrimonial o en pareja ("ojalá puedan lograrlo... lo dudo."). Para la separación solo se necesita una decisión, en cambio, para construir una unión de pareja se necesita compromiso... y muchos interpretan que el compromiso quita libertad (luego volveremos sobre el tema).
¿Exagero en lo que estoy planteando?
Estoy preocupado… Escribo estas líneas para pedir AYUDA… que entre muchos, entre los que interpretemos que la importancia del tema lo merece, intentemos reflexionar si hay algo más que podamos hacer… si realmente VALE LA PENA hacer algo más, o no…
Reflexionar entre todos.
Cada vez que retomo la idea de cómo ayudar al matrimonio, observo dos preocupaciones principales:
- una es que, muchas veces, no se tiene claro el PORQUÉ SI defenderlo (ya que supone un esfuerzo)… mientras que permanentemente se habla del PORQUÉ NO hacerlo...
- la segunda es que, tal vez, "hacen más ruido" los adultos que “sueñan” con salir de esa "cárcel", que aquellos que, no sin esfuerzos y sacrificios, viven su matrimonio con la alegría de los logros conseguidos, y disfrutan el día a día... Pero, como los primeros se hacen notar más, por consiguiente, a los jóvenes ni se les está ocurriendo querer "entrar" a la "institución" del matrimonio… (y de muchas formas, esos adultos "ya atrapados" aplauden la actitud de los jóvenes).
O sea, encuentro dos formas rápidas de pensar en necesidades básicas:
1. Intentar "reflotar" a los matrimonios ya existentes, que, poco a poco, se están hundiendo... con la ayuda de aquellos que si lo están logrando... con libertad, respeto y alegría.
2. Rescatar de la “extinción” al matrimonio como "institución"... resucitar su sentido de SER, de existir, bajo la mirada de la juventud.
En estos años, ha surgido en España un movimiento llamado proyecto de amor conyugal, que bajo la modalidad de retiros espirituales en pareja (algo que ya promovían algunos sacerdotes) se busca rescatar y FORTALECER la unidad matrimonial. Están teniendo mucha aceptación, generándose una buena predisposición y alegría, por quienes los realizan. Con la única difusión del "boca a boca", los lugares disponibles para esos retiros se agotan rapidamente... claramente, son muy necesarios.
Hay muchas otras actividades, programas o instituciones (conozco un poco del Instituto para el matrimonio y la familia de la UCA, o Familias Formando Familias que conocimos en los colegios de APDES), específicamente destinadas a fortalecer el matrimonio... aunque la sensación es que esos esfuerzos todavía resultan muy escasos para la gran necesidad existente, tanto desde la actividad de la misma Iglesia, como de programas que impulsan otras instituciones o personas particulares... Ej: recién escuchaba a un psicóloga que proponía una serie de juegos para activar el interés, la diversión, la evocación de lindos momentos propios de la pareja, etc., etc...
Mi querido compañero de colegio, el padre Angel, me recuerda la gran catequesis de la Teología del Cuerpo que nuestro admirado papa San Juan Pablo II dedicó a la esencia de la unión del varón con la mujer durante las audiencias de los miércoles, en forma consecutiva, por más de cinco años. Reflexiones e información MUY rica, una base extraordinaria para pensar y aprender. San Juan Pablo II vio en la vida matrimonial un lugar central para la vida cristiana.
Por supuesto que siempre están a disposición muchos psicólogos y sacerdotes/pastores/amigos que pueden escuchar y dar un buen consejo, o acompañar... incluso, algunos especializados en ello. Pero, parecería que, en muchos casos, termina siendo un tema del que no se habla, o se habla poco... como que cada uno hace lo que puede, solo, sin ayuda (principalmente entre los varones, las mujeres hablan más entre ellas).
PIDO AYUDA para intentar justificar el PORQUÉ SI del esfuerzo que significa el proyecto matrimonial. Los invito a ENRIQUECER este escrito con sus comentarios y reflexiones.
O también contar sobre experiencias de otros grupos o instituciones que se dediquen al matrimonio.
Intentaré brevemente la mía:
Desde un enfoque social, estamos de acuerdo en que la familia es la célula base de toda sociedad. Buenas familias conformarán una buena sociedad, y viceversa. Considero que el matrimonio es el SOSTEN de la familia, el eje que marca su hilo conductor. En general, con un matrimonio confundido o destrozado, es más difícil fortalecer a los miembros de una familia, tanto en la autoestima de cada uno, como en los vínculos entre ellos... De una familia, descienden nuevas familias, que claramente tendrán la impronta de la primera, así que las familias, no solo marcan el termómetro de una sociedad en la actualidad, sino que permiten comprender su pasado, y son esenciales para su futuro.
"Cuando te casas, lo haces con él o ella, pero también con su familia, ya que él o ella serán lo que aprendieron a ser en sus familias (identidad, raíces, interpretar quién eres, etc.), o, lamentablemente a veces, en la ausencia de estas..." decía alguien. Todo se puede ir intentando mejorar, cambiar, corregir, fortalecer, etc... una dinámica diaria.
Desde una mirada individual, desde la espiritualidad que todos tenemos, todos los seres humanos buscamos la felicidad, y necesitamos motivaciones para buscarla cada día. Esos estímulos/motivaciones pueden provenir desde diferentes aspectos... Pueden originarse en el deseo de progreso personal, en el progreso económico o social, en la adquisición de un buen nombre o fama, etc., etc. Se supone que seleccionaremos nuestros estímulos según la importancia que consideremos que tiene cada uno de ellos, para llegar a la tan ansiada felicidad.
La prestigiosa Universidad de Harvard condujo un largo y complejo estudio prospectivo para determinar las principales variables que conducirían hacia la felicidad. Antes de iniciar el estudio, encuestaron a los participantes, que luego serían seguidos/investigados durante alrededor de 80 años, sobre lo que ellos interpretaban en ese momento (un poco menos de 1000 jóvenes de alrededor de 18 años) que terminaría siendo lo que los lleve a la felicidad a cada uno de ellos... y la mayoría respondió el logro de esas motivaciones personales que acabo de enumerar (éxito laboral, prestigio, fama...). Pero, al final, las concluyentes conclusiones del estudio fueron que el principal factor que conduce a una vida feliz es la generación de buenos vínculos con quienes nos rodean. O sea, que no se alcanzaría la felicidad en forma individual... necesitamos de otros.
Coincide, ¿casualmente?, con lo que también promovía hace 2000 años un Hombre nacido en Nazaret... DAR, sin esperar nada a cambio (la mejor y ¿única? forma de generar buenos vínculos, fuertes, sólidos).
Los vínculos humanos... ¿surgen por generación espontánea... se presentan de una manera u otra, solo por cuestión de suerte o azar? ¿O cada uno tiene una participación activa en la calidad de los mismos?
En ese sentido, el matrimonio, no solo constituye el principal vínculo de nuestras vidas, el más ACTIVO y dinámico (constantemente puede estar mejorando, o lo contrario...), el más fuerte y el más intenso, sino que además, participa en formar a los miembros de nuestra familia propia, con quienes también aprenderemos a tener mejores o peores vínculos. Recordar que los hijos aprenderán a vincularse VIENDO cómo se vinculan sus padres (o un tercero que "los cuida", o la televisión, en casos de padres ausentes...). Y de ese aprendizaje dinámico y constante sobre cómo vincularnos, que sucede dentro de cada familia, resultará la calidad de los vínculos entre miembros de distintas familias... Lo que enseña cada matrimonio, puede tener una onda expansiva incalculable...
Me gusta graficarlo de la siguiente forma:
Los seres humanos, como especie, somos de los que nacemos más inmaduros. Nuestro organismo fisiológicamente bastante bien desarrollado, pero con TODO por madurar en nuestra forma de comportarnos, al punto que se ha llamado a la familia: el segundo útero. El recién nacido es naturalmente egocéntrico, ya que todos acuden urgentemente a sus pedidos... pero luego debe ir MADURANDO hacia el hecho de compartir, dejar de ser el eje, pasar a ser un colaborador del grupo familiar, aprender a generar, fortalecer y defender los vínculos... todo eso se debe aprender EN la familia, enseñado por los padres (MATRIMONIO). En los colegios y universidad, los niños/jóvenes empiezan a convivir con otros, y siguen su "escuela de maduración" de vínculos. El noviazgo es "la UNIVERSIDAD" de esa maduración, donde uno ya se empieza a comprometer por amor, se sigue aprendiendo, pero ya, también, un poco "ejerciendo". Es en el matrimonio donde se debe ejercer todo lo aprendido, o lo que no llegamos a aprender (aunque, por supuesto, siempre se siga aprendiendo)... Y, desde allí, se formarán los nuevos individuos...
Entiendo que hay dos opciones:
O nos embarcamos en el compromiso de un proyecto conyugal...
O hacemos de cuenta que los compromisos no existen, o que tienen poca importancia, ("menor compromiso"), y vamos por la vida "saltando" de una relación a otra, aún con ciertas "intenciones" de que no sea tan asi... (POR FAVOR, me interesa reforzar la idea de que no pretendo juzgar a nadie, todos tenemos nuestra propia historia llena de aciertos y errores: Solo busco pensar hacia adelante,.y AYUDARNOS a pensar, a mejorar..)
La pregunta lógica será: ¿cuál de las dos opciones generará mejores vínculos, la de más, o la de menos compromiso?
¿Bajo cuál de las dos conductas habrá mejores chances de alcanzar la felicidad?
¿Existe otra variable, más importante y decisiva, que el compromiso, para generar buenos vínculos?
Aquel Hombre de Nazaret se refirió mucho a los compromisos, pero lo más importante, nos dio el ejemplo de cómo comprometernos en cada circunstancia... SIEMPRE con la opción de RE-iniciar aquello que embromamos de alguna manera, pero que SIEMPRE tiene arreglo (perdonar y aceptar el perdón de otros)... según la intención y el compromiso... según nuestro egocentrismo o nuestra entrega por amor (siempre el mismo dilema... en toda la vida).
Nos surgen interrogantes para reflexionar mejor sobre determinadas condiciones que pide/exige el matrimonio o la vida en pareja (como cada uno prefiera llamarlo):
¿Se puede sobrellevar así como viene y punto, sin compromiso?
¿O aquello que queremos, que nos proponemos. se debe construir?
¿O permitimos que los “roces” nos superen, y vayan destruyendo lo que alguna vez fue un proyecto, una ilusión? Podemos reflexionar las diferencias entre proyecto e ilusión ¿son necesarias ambas? Considero que SI.
Pregunta: ¿qué hice o hiciste HOY, en concreto, por tu proyecto de vida en pareja?
La idea de compromiso es central para un proyecto de vida en pareja. El compromiso inicial permite CONOCER de verdad, y a partir de allí viene la entrega. El amor se funda en la verdad, en el orden; nunca en el engaño, en el caos. Sin compromiso es difícil conocer en profundidad la realidad de las cosas, y luego sobreviene la desconfianza. Saber "con qué contamos" trae confianza, y permite identificar mejor en qué lugar podemos ayudarnos a mejorar.
El COMPROMISO es clave, pero: ¿puede ser de uno solo? ¿Es esperable que sea exactamente igual de ambas partes?
¿Hasta qué punto nos enojamos por nuestras diferencias… o las valoramos?
¿Podemos interpretar que el eje CENTRAL del compromiso empieza por la predisposición al dialogo, y continúa por la atención y el esfuerzo de cada uno, de PROCEDER luego, según lo dialogado?
¿Podemos interpretar que la madurez de la pareja se logra en la SERENIDAD que otorga la CONFIANZA MUTUA (que no implica ausencia de problemas, sino que, justamente, se pone a prueba y se “disfruta” frente a cada nuevo dilema)?
¿Podemos interpretar que esa madurez nos hace sentir un EQUIPO, preparado para enfrentar cualquier problema nuevo, o proyecto, y disfrutar mejor cualquier nueva alegría?
¿Esperamos que todo esto sea un “lo logramos y ya está”… o se trata de un DINAMISMO constante, con altos y bajos, orgullos y desilusiones?
Cada problema y cada alegría son NECESARIOS para, al enfrentarlos, conocernos más, y mejorar … o empeorar.
¿De qué depende todo? De nuestra ACTITUD.
TODOS nos enamoramos MÁS cuando descubrimos esa actitud de compromiso, para con nosotros, de quien elegimos tener al lado. Y también lo contrario, nos desilusionamos, en igual medida, cuando falta actitud.
¿Qué tan generosos o exigentes somos al medir la actitud del otro, y comparar/valorar la nuestra?
¿Espero que la actitud del otro se exprese SOLO bajo MIS parámetros?
¿Tengo actitud de aprender a conocer al otro, de verdad? ¿O creo que “ya lo conozco perfectamente…”?
¿Qué importancia podría tener el NOVIAZGO?
¿Cómo serían las chances de “grandes sorpresas” (para mal o para bien) cuando se puso FOCO en conocer al otro en lo verdaderamente importante?
¿Existen “cosas”, aspectos de los vínculos, que considero “NO negociables”? Por ejemplo: ¿elegiría iniciar una vida juntos con una persona que no es respetuosa, que nunca cede en ninguna discusión (que le cuesta ver el punto del otro), y que, a veces, reacciona violentamente? ¿Considero que estoy en la búsqueda de alguien que no resulta responsable con lo que se propone, y que además, le gusta el alcohol y el juego?
¿Considero que YO me preparo, cada día, para ser una “buena opción” para otro, para resultar ELEGIBLE?
Cuando notamos que alguno va “decayendo” en su actitud, en sus fuerzas para DEFENDER la pareja en todas sus dimensiones… ¿asumimos que es sólo responsabilidad de él/ella? ¿o consideramos la posibilidad que “yo pueda haber tenido algo que ver”, y ELIJO reforzar el vínculo con mi actitud?("duplicar la dosis de actitud"... si fuera posible)
¿Quien está dispuesto a ser el primero?
El primero seguramente será el que esté más convencido que no existe nada mejor que un buen vínculo con su pareja... ¿Pensás que existe algo mejor?
Es cierto que todo puede iniciar, de hecho sucede mayormente, por una atracción FÍSICA; pero una mínima madurez nos hace ver, que esa atracción física dura poco como sostén de una relación… ya que “lindos y feos”, por igual, deseamos tener al lado una persona CONFIABLE (independientemente de su aspecto físico), al punto que esa confianza termina siendo los cimientos de la unión de pareja, y lo que nos hace ver como HERMOSO/A a nuestro compañero/a, cuando para el resto de su aspecto físico puede ser “del montón”.
¿Estamos dispuestos a ADMIRAR a quien hemos elegido para tener al lado toda la vida, nos lo permite nuestro orgullo?
¿Qué cosas considero que son necesarias para esa admiración? ¿Pongo el foco en si el “otro” las estaría cumpliendo (aquello que yo admiraría), o pongo el foco, antes que nada, con orgullo (del bueno), en ser yo quien busca, a toda costa, cumplirlas PARA el otro (y, ojalá, poder despertar esa “amorosa admiración”)?
¿Soy yo el centro, o pongo a mi pareja y a los demás en el centro?
¿Cómo interpreto que se construye un buen vínculo, SÓLIDO?
¿Alguna vez me detuve a pensarlo, me doy un tiempo, un espacio, para reflexionarlo con alguien?
Por supuesto que existen circunstancias donde ciertos vínculos pueden parecer claramente que son "irrecuperables" (aunque hay historias de vínculos que parecían imposibles, y que se recuperaron), pero, de nuevo, la intención de este escrito no es juzgar a nadie (ni tampoco generalizar los casos más raros), simplemente analizar las cosas, lo más objetivamente posible, para intentar ayudarnos entre todos, y que cada nuevo vínculo (o viejo vínculo renovado) sea lo mejor que pueda ser... y ¡DISFRUTAR de ello!
Interpreto que no es necesario llegar al extremo de un vínculo irreconciliable, para recién allí analizar cómo nos comprometemos cada uno, en el día a día... Aún empezando por las pequeñas discusiones de cada día (yo el primero), podemos analizar CÓMO reaccionamos, con qué buena o mala actitud intentamos resolver los pequeños conflictos... Si nos centramos en nuestro orgullo, y dejamos "escalar" peleas o "simples diferencias" que inicialmente eran pequeñas, o si actuamos con actitud de donación, de entrega, de ayudarnos y ayudar al otro/a a ser "su mejor versión", aunque inicialmente pueda estar equivocado/a... (definición del amor, ¿no?)
Todo eso requiere un GRAN compromiso, con esfuerzos y sacrificios que, si no tenemos claro el PORQUÉ hacerlo, puede ser que en algún momento queramos renunciar... Pero, si persistimos en el compromiso, si entendemos, y nos convencemos, del PORQUÉ vale la pena, a la larga, se puede tener el premio del enorme orgullo (orgullo del bueno) de haber construido una linda relación, cada vez más fuerte... sostenida y apoyada en los cimientos de haber superado miles de pequeños/grandes conflictos, incluyendo aquellos que dejamos crecer, o que, tal vez, fueron importantes desde un inicio...
Porque los buenos vínculos, para llegar a serlo, TIENEN que pasar por todas esas pruebas... quienes no hayan pasado por esas "pruebas", todavía no pueden decir que ya tienen una relación sólida, consolidada, porque no existen las relaciones sin conflictos, y sería muy "naif" iniciar una relación sin esperar que se presenten diferencias...
Por eso es que, un matrimonio de muchos años, contrariamente a lo que "venden" los medios de comunicación masiva de que "pierden la pasión", puede tener mucho más pasión que una pareja que recién empieza, y que solo tiene "mariposas en la panza" y la atracción física inicial como para sostenerse... No existe algo que genere más pasión, que el orgullo de haber logrado un vínculo sólido después de muchos conflictos. Ese tipo de vínculo que, donde en una pareja joven podría ser el inicio de una discusión, ellos, lo resuelven simplemente con una mirada cómplice, llena de amor, con el orgullo de ya haber pasado por allí otras veces, y haber logrado superarlas CON ÉXITO... Interpreto, entiendo, que es algo muy personal, que no debe existir más pasión, que la que otorga el orgullo de lograr un vínculo donde ambos sientan por igual que se necesitan y se quieren, y tienen la serenidad (probada, "garantizada" por años) que ambos están y estarán allí, SIEMPRE, dispuestos para el otro... ¿qué podría ganarle a eso? ¿Cuanto hubo, o hay que seguir cediendo, para terminar de construir ese vínculo? ¿Estamos dispuestos a intentarlo?
También podemos hacer como el avestruz, esconder la cabeza en un hoyo, y hacer de cuenta como que nada pasara, que no nos influye el hecho de que cada vez se formen menos parejas verdaderamente comprometidas en un proyecto de amor... Podría ser que esa nueva sociedad que se va formando, con esos pretendidos "nuevos valores" no nos impacte tanto a nosotros, ya mayores, en forma directa... pero, ¿a nuestros hijos? ¿a nuestros nietos? Es cierto que los padres somos el principal modelo para ellos, pero también los condiciona, en forma considerable, el entorno social...
Sin dudas que "el compromiso" puede asustar (o asusta)... Pero, como todo en la vida, lo que más queremos, aquello que nos devuelve mayores satisfacciones requiere un esfuerzo. Escalar cualquier "montaña" (desafíos) puede exigir mucho esfuerzo y sacrificios, pero ÚNICAMENTE podré disfrutar de su vista, y del orgullo de haberlo logrado, una vez que esté arriba, en la cima... y desde allí es más fácil vivir esa PAZ que da alegría y seguramente conduce a la felicidad...
Es cierto que podemos permanecer siempre en la "llanura" (no enfrentar ningún desafío, intentar esquivarlos a todos)... pero, de esa forma, hay altas chances que tengamos una mirada "chata", sin vuelo... con pocas chances de disfrutar "un logro"...
El mundo actual propone la "novedad" de la "justicia" del compromiso matrimonial (o en pareja) bajo "la ley del 50 y 50"... división de tareas por igual, "como corresponde, seamos justos..." Este sería la propuesta de paradigma de las parejas del mundo moderno, y tal vez, a mi humilde entender, lo que más lo diferenciaría de la enorme riqueza de amor de la propuesta del matrimonio cristiano (que no siempre logramos cumplir), donde pedimos fuerzas para comprometernos por la ley de la entrega al 100%.
Bajo la ley de 50/50 existe una constante negociación basada en el mérito, algo que de ninguna manera se puede decir que esté mal, o sea: "como yo ya hice esto, ahora me merezco que lo que resta, lo hagas vos"... nadie debe hacer ni mas ni menos de lo que le corresponde, y controlaremos que así sea, me costará dejarte pasar alguna...
El matrimonio cristiano, propone, que cada uno siempre entregue su 100% por el otro, sin importar cuanto puso el otro previamente... estar dispuestos a ser siempre el primero en dar, sin medir ni comparar...
¿Dónde esperaremos encontrar amor, y por tanto la construcción de un mejor vínculo? ¿En un ambiente de negociación, o en un ambiente de entrega?
¿Qué repercusiones podríamos esperar, según estas actitudes, en el que tenemos más cerca y en los demás miembros de la familia y de la sociedad?
¿Estamos dispuestos a ser "el primero"? Ser el primero en dar, sin esperar nada a cambio, podría resultar en "que me tomen por estúpido"... o podría resultar en un círculo virtuoso de "contagio de amor" por el ejemplo de una buena actitud... que enamora... que es lo que verdaderamente enamora.
En la Iglesia Católica homologamos al matrimonio a un misterio muy trascendente para nuestra FE, el creer en un Dios trino, donde Dios Padre decide participar de la naturaleza humana para ayudarnos a comprender la esencia en la cual fuimos creados, y se hace hombre en la figura de un Hombre Hijo de Dios. Esa identificación del Padre con el Hijo es TAN plena, tan llena de AMOR, que de allí surge el Espíritu Santo como fruto de ese amor, que queda en forma permanente entre todos los hombres, que libremente desean recibirlo y compartirlo. Dios comparte su naturaleza creadora con el matrimonio de la mujer con el varón, haciéndolos partícipes de la co-creación de un nuevo ser, que debería nacer como fruto del amor de los padres.
¿El matrimonio, es un tema puramente religioso, o también de necesidad o inteligencia social?
Como siempre me gusta decir, las religiones buscan organizar nuestra espiritualidad con el objetivo de que nos orientemos hacia el bien común… Luego, algunas lo lograrán mejor que otras, o tendrán más fundamentos… Y cada individuo, entenderá mejor o peor la utilidad, el sentido de los objetivos comunitarios... o por el contrario, optará por la preferencia de manejarse en forma individual, en soledad… "rodeado" por gente, pero con vínculos de poca calidad, lo cual se traduce en vínculos de poca resistencia a las dificultades...
Todos coincidimos que nacemos, crecemos, maduramos y vivimos en comunidad, y que por lo tanto, debemos APRENDER a fortalecer esa CON-vivencia. Debemos entender que el concepto de amar IMPLICA sacrificios, porque amamos EN las diferencias.
Entonces, el matrimonio no sería un tema estrictamente religioso, sino también orientado hacia el sentido común de organizarnos mejor como sociedad… Debería interesarnos aún siendo ateos o agnósticos, aunque solo lo analicemos desde el plano de la ética o la filosofía.
También podríamos entender que la religión, al ocuparse de nuestra espiritualidad, le dé al tema un lugar especial... que no se trata de algo anticuado o moderno, sino que hace a la esencia del ser humano y su NECESIDAD de CON-vivir... de aprender a convivir en el AMOR.
Pero, claramente, el mundo occidental, en el que crecimos, está cambiando su enfoque hacia LO QUE IMPLICARÍA el matrimonio... ¿estaremos en la dirección correcta? ¿Será algo que nos lleva a un progreso, o estaremos viviendo un importante retroceso?
Humildemente, creo que el matrimonio es un tema CENTRAL... que no deberíamos dejarlo librado al azar, sino que, como sociedad, y como individuos, deberíamos hacernos cargo.
¿Vale la pena invertir tiempo en trabajar sobre la justificación que lleve a elegir el matrimonio?
¡Pido AYUDA para detectar los pros y los contras!
Hace unos días, alguien pensaba que quienes promueven "el mal", en sus distintas formas, se organizan mejor que los que promueven "el bien"… Otra forma de verlo puede ser: “no sé si es que se organizan mejor, lo que sí interpreto es que tienen es un 'producto' más 'fácil de vender' en el corto plazo…"
Es más fácil reclutar candidatos para rápidos placeres del momento, que para sacrificados esfuerzos que solo rinden frutos a largo plazo, a futuro…
La primera opción de los placeres del momento, además, pueden generar redituables negocios (lo cual genera “dinero para re-invertir”).
En cambio, para conquistar postulantes para la segunda opción, se la debe JUSTIFICAR muy bien… ya que es solo altruista...
En esta segunda opción, la "zanahoria" sería el ansiadísimo camino hacia la felicidad (¿podría esperarse mayor recompensa?)... pero, en muchas ocasiones, pueden existir diferentes "confundidores", de distintas magnitudes, que impidan distinguir ese camino. Cuánta frustración se está generando al descubrir que la suma de placeres (de todo tipo, acumulación de bienes, logros/conquistas personales, vinculados a la sensualidad, etc.) no da como resultado la felicidad... sino que son conceptos diferentes, que van por caminos separados... como terminó mostrando el estudio científico de Harvard...
La principal motivación para escribir este texto
es que tengo la sensación que conversamos poco sobre estos temas,
a pesar que terminan siendo ESENCIALES para nuestras vidas y el de la sociedad en general,
con mucha participación e influencia en nuestro día a día...
y donde, creo que la experiencia de cada uno, puede aportar mucho al otro...
COMENTARIOS QUE FUERON SURGIENDO LUEGO DE LA LECTURA, Y QUE ENRIQUECEN ESTE ESCRITO:
¡¡¡MUCHISIMAS GRACIAS!!!
2/1/25: JPTP propone buscar si existe un análisis estadístico de cómo terminan sus vidas quienes se esforzaron por mantener el matrimonio como una relación de amor, vs quienes fueron indiferentes a ello.
Encontré algunos estudios científicos que evalúan el tema:
1. En todas las investigaciones que encontré, es casi uniforme que el matrimonio prolonga la sobrevida (en distintos países y con diferentes culturas):
- Kaplan RM, et al. Marital status and longevity in the United States population. J Epidemiol Community Health (2006).
- Rendall MS, et al. The protective effect of marriage for survival: a review and update. Demography (2011).
- Kojima G, et al. Marital status and risk of physical frailty: a systematic review and meta-analysis. Journal of the Society for Post-Acute and Long-Term Care Medicine (2019).
- Haomiao J, et al. Life expectancy and active life expectancy by marital status among older U.S. adults. Population Health (2020).
2. Un interesante estudio muestra que, aunque no exista un "casamiento legal", el hecho de co-habitar también prolonga la sobrevida (una necesidad del ser humano):
- Balter AG, et al. The effect of marital status on life expectancy: is cohabitation as protective as marriage? Journal of Demographic Economics (2023).
3. Quienes están casados también sobrellevan mejor las situaciones difíciles, como por ejemplo enfrentar enfermedades:
- Krajc K, et al. Marital status and survival in cancer patients: a systematic review and meta-analysis. Cancer Medicine (2023).
4. Más interesante aún... quienes están felizmente casados, es a quienes mejor les va:
- Lawrence EM, et al. Marital happiness, marital status, health, and longevity. Journal of Happiness Studies (2019).
2/1/25: MA cuenta que en Salta están trabajando con el proyecto SIEMBRA, centrado principalmente en la formación de matrimonios jóvenes. El proyecto SIEMBRA se apoya en material de 3F (Familias Formando Familias) y de CANAVOX... una página que yo no conocía, y que me pareció EXCELENTE.
En CANAVOX se definen como una red de amigos que comparten escritos, videos, comentarios, etc. sobre distintos aspectos del matrimonio y la vida matrimonial basados en el Derecho Natural. Dejo la dirección (VALE LA PENA): https://canavox.com/?lang=es
3/1/25: Comentario de GM: Creo que lo principal es el ejemplo de un buen matrimonio, sin embargo la influencia del entorno social es tremenda. Encuentro que la juventud tiene un poco de "miedo" al compromiso, no así a la convivencia sin "papeles", que obviamente puede resultar o no. Creo que no creen que la unión pueda ser para siempre... y si empiezan con esa idea, es difícil tener un final feliz.
¿Cómo ayudar? Creo que es fundamental un buen diálogo, siempre el compromiso en las buenas y en las malas. Hay baja tolerancia a la frustración ¿no?
4/1/25: V opina que el problema del matrimonio es que hay gente que toma a su pareja como una posesión, como una cosa.
4/1/25: LD: acabo de escuchar a un super-deportista de elite contando cómo, de jóvenes, junto a otro compañero que triunfó aún más que él, no ganaban nada, que los éxitos llegaron muchos años después... Lo importante que es el deporte para enseñar el concepto de GRATIFICACIÓN TARDÍA... En la misma charla, hacía referencia a que la ciencia demostró que quienes deben pasar más desafíos, quienes más se empeñan y tienen más paciencia en esperar los frutos, son finalmente quienes más y mejor maduran, y quienes más valoran ese camino a la felicidad...
Interpreto que el matrimonio es una apuesta, ¿la apuesta más firme?, a una gratificación, cuyos resultados se van viendo con el tiempo... Si bien en el matrimonio pueden existir muchas gratificaciones del momento, del día a día, también se convive con dilemas y dificultades permanentes, que tienen que ver con la unión de dos voluntades DISTINTAS para lograr un objetivo común...
Claramente, la gratificación más importante es tardía, cuando se "mira atrás" y se puede ver todo lo construido, nunca sin dificultades, pero allí es donde florece el mayor orgullo (del bueno), observar todos los logros, a pesar de las dificultades, POR AMOR. En ese momento terminamos de confirmar que todo nuestra aceptación, empuje, compromiso, etc. fue por AMOR, y no por intereses personales del momento... porque cuando predomina el egocentrismo, termina siendo imposible llegar UNIDOS al puerto de la GRATIFICACIÓN... Llegar solos puede tener sus intereses... pero nunca será igual.
¿Cómo no ENSEÑAR sobre este premio TAN importante?
¿Cuánta gente que ni siquiera lo tiene presente, y "abandona el barco" sin, al menos, haberlo intentado?
¿Cómo enseñar?
4/1/25: el PM me mandó un cariñoso mensaje, y me comentó sobre un chat de Whatsapp del proyecto amor conyugal (que ese matrimonio de Málaga recibió como mensaje de la Virgen de Fátima, de recuperar la belleza del sacramento del matrimonio, en su proyecto original).
Trataré de buscar el link de ese chat para compartirlo por acá...
Acá está: https://chat.whatsapp.com/Ln3EUgizEEN60q6uRn05wb
5/1/25: LD ... ¿será que muchos llegan/llegamos al matrimonio como algo que "había que hacer"? Así como después de la escuela vamos al colegio, y luego vamos a la universidad... pero, por alguna razón, no nos detenemos a pensarlo… andamos por el mundo así como por default… sin detenernos a valorar...
5/1/25: un amistoso, con mucho afecto, intercambio con AM: mientras más lo pienso, más llego a la conclusión de que si Dios ES amor, el matrimonio sería algo así como lo más cercano que Él nos puso a Él Mismo… El matrimonio ES la vida misma… donde pasará de todo, y donde tendremos la libertad de enfrentar todas esas vicisitudes con entrega o con egocentrismo… Y, desde allí, desde ese lugar, salimos todos los días a VIVIR la vida… con más tristeza, más angustia; o con más entusiasmo y más alegría… Dios hizo al hombre y a la mujer, Él ya tenía en cuenta que entre ellos EL AMOR es lo que les acercaría a su Creador. Por tanto, el matrimonio, la relación de pareja, sea el ámbito de relación que se elija, es el lugar donde se entrena cada uno para ese AMOR que Él nos dio....
5/1/25: muy lindo aporte de MJJ... Hace pocos años que tenemos una huerta, pero ya 40 años que cultivamos nuestro matrimonio. Y se me ocurre que la huerta es una analogía muy apropiada. Hay que elegir la tierra apropiada, abonarla, sembrar las semillas; arrancar los malos yuyos, poner tutores y hasta ingeniarse para que no la picoteen los pajaritos. Mucho trabajo ¿no? Pero nada como disfrutar de los propios tomates ¡los más ricos del mundo! Hay temporadas que anda medio flaca, mustia... pero poniéndole garra revive, florece y fructifica una y otra vez. Tiempo, paciencia, lluvias que ayuden... las similitudes son interminables. Desde el punto de vista existencial, estimo que ninguna experiencia de relación electiva se puede acercar a la de conocerse a fondo, y estar "obligado" a permanecer en las buenas y en las malas y aprender a arreglarse para que siempre termine surgiendo lo bueno. ¿Fé? Sin dudas, seas creyente, ateo o agnóstico, es imprescindible. ¿Suerte? Tal vez.... "al saber le llaman suerte" dice el tango.
5/1/25: una linda recomendación de AMM: Muy bueno traer el tema a reflexión, Luis ... antes de dar el gran paso, está bueno discernir sobre la vocación personal, el plan de vida, los principios de c/u para luego hablar de afinidad ... y no "cometer" matricidio, como decía un sacerdote miembro de la Sacra Rota... llegar a los esponsales (o vida consagrada) desde la libertad, conociéndose primero a uno mismo ... el amor es laborioso, artesanal, es entrega ... desafiante! especialmente en momentos de fragilidad ...
Sólo ideas a mano alzada ...
Abrazo y bendiciones
5/1/25 comentario de AF: Es raro mi sentimiento y convicción al respecto. He construido mi vida en torno y sobre las bases de un matrimonio, sólido hasta ahora. Obviamente fue un plan, una inversión, una visión a largo plazo (casi 40 años ya), pero lo veo como un trabajo del día a día. No lo veo como el camino difícil hacia la felicidad, lo veo como la felicidad de cada día. No lo veo como una cárcel, sino un lugar en el que cada día elijo quedarme, convencido de que puedo salirme cuando ya no sea bueno para “nosotros“. Y creo que no es una institución, un sacramento, un contrato civil lo que nos sostiene juntos. Es amor, respeto y libertad. La libertad, es para mí el bien de más valor para un ser humano... bien entendida, siempre va de la mano del respeto. Y si a eso le sumas amor, indefectiblemente, te va a llevar a la felicidad. Entonces para mí, el matrimonio en sí es NADA. Yo brego por una sociedad donde predomine el amor, la libertad y el respeto. Y seguramente de allí surgirá la unión duradera de personas que se amen y respeten. Y eso será una base sólida para formar una sociedad mejor. Y digo “personas”, porque quiero ser inclusivo, y hacer parte de esa base social a parejas de cualquier orientación sexual.
Si vemos el MATRIMONIO, tal y cuál lo conocemos, o como es incorporado al imaginario colectivo, nos topamos con una institución oxidada, obsoleta, aburrida y, como vos lo decís, carcelaria.
YO COMENTO: ¡qué linda descripción del matrimonio ideal! y también de esa cara del matrimonio que no nos gusta, que no querríamos... ¡¡¡GRACIAS por compartir que ES POSIBLE!!! 40 años y vamos por mas!!! FELICIDAD!!!
Pero, ¿PORQUÉ pensar que ese enfoque "feo" es el del "imaginario colectivo"? En mi imaginario (creo que en el de muchos también) está la primera descripción, el "lindo"... Yo interpreto que el matrimonio ES LO MÁS LINDO QUE EXISTE (ni anticuado, ni moderno, sin tiempos... en toda la historia).
Es cierto que, se puede ver al matrimonio como algo rígido, impuesto por "normas o papeles" (y que eso no signifique nada)... Incluso se puede ponerle otro nombre, pero, ¿PORQUÉ no llamarlo MATRIMONIO, bajo la unión de amor, libertad y respeto, si así fue pensado y así se lo llamó ancestralmente?
Aunque sabemos, es un desafío constante, que en muchos casos no se cumple, me refiero a eso de amor, libertad y respeto... También sabemos, que sólo necesitamos decir amor, ya que libertad y respeto están incluidas intrínsecamente en el concepto de amor.
5/1/25: El querido JA comenta: Partimos de la base que a una persona no se la puede cambiar, se la debe aceptar como es. La podemos ayudar a evolucionar si ve cambios positivos en nosotros que apunten hacia el bien común. El noviazgo, es un período importante de conocimiento... ahí es donde luego sabrás "con qué buey arás"...
6/1/25: MdlV, un gran amigo, al que veo poco, pero que nos tenemos un gran afecto escribe: "Que bien me viene este mensaje en este momento !!!!!"
6/1/25: muy lindo encuentro con PD, disparado por este escrito. Conversamos mucho sobre nuestros matrimonios... Él tuvo una experiencia de separación hace 20 años, y actualmente con una nueva compañera. Rescataba la gran diferencia en la forma de conocerse a los 20 años, y a los 40 años... lo que cada uno busca, observa, valora en el otro, y las expectativas a partir de ello. Conversábamos sobre qué lindo y útil sería poder transmitir esa experiencia a los más jóvenes durante el noviazgo. Indudablemente no es fácil... no es fácil "tener llegada" con otra generación (sobretodo cuando las costumbres de alrededor parecerían focalizar en cosas muy distintas a lo que uno aconsejaría)... fue así en todas las épocas ¿no?, y no es fácil saber transmitir... pero cuánto que debe valer la pena el intento...
7/1/25: muy completo y reflexivo análisis de AM, ¡gracias! me encantó:
El amor no es ciego, es consciente, no solo hay que sentirlo, también hay que pensarlo, ya que para estar enamorados (en amor a dos), y hacerlo bien, debemos saber dónde depositamos nuestro corazón. Primero saber quien soy, y luego darse un espacio para intentar descubrir quien es el otro...
Como en todo en la vida, considero imprescindible cierta formación al momento de enfrentar cambios. No somos preparados para ser padres, ni para la vida matrimonial, salvo nuestra propia percepción en nuestras familias, y de observar a otros. Recibimos una gran formación intelectual, pero menos emocional y espiritual. Hay datos de que el 60% de las consultas a psicólogos tienen que ver con temas de "amor" (soledad conyugal, infidelidad, ¿será la pareja adecuada?, etc.)... donde en el contexto materialista en que vivimos, con búsqueda de gratificación inmediata, los matrimonios podemos perder el foco y su propósito final. Fuimos más educados para el tener, y manifestarnos de acuerdo a ello (tener un título, una empresa, belleza y salud, etc.)... Entonces, ¿cómo pensamos compartir nuestras parejas, si ponemos más el foco en lo que tenemos y pretendemos seguir adquiriendo, que en lo que somos y buscamos compartir para crecer? El concepto de vivir juntos, apoyarnos, comprometernos en estar a disposición, DAR SIN ESPERAR RECIBIR, escuchar, comprender, perdonar y pedir perdón, etc... Si no tenemos estas ideas muy presentes, cuesta encontrar justificativos para emprender algo, cuyos frutos no son inmediatos.
PROPUESTA: Ayudar a formar a los jóvenes desde los cimientos (que se reciban de SER HUMANO), para que puedan DAR desde una mejor salud emocional. Con capacidad para poder compartir lo que sienten, con responsabilidad y propósito desde valores.
Un psicólogo dedicado (Walter Riso) propone reflexionar a partir de lo que él ha observado en su experiencia clínica: ¿Qué hacen las parejas que funcionan bien?: 1. Reciprocidad (no estar midiendo que hace el otro, pero ser considerados). 2. Territorialidad (respetar que, además de compartir, cada uno pueda disponer de su espacio personal). 3. Sensibilidad (estar atento a lo que le sucede al otro, pensar menos en mi, para que el otro pueda estar, tenga lugar para entrar en la ecuación ... empatía). 4. Admiración ("existe admiración sin amor... pero, ¿cómo puede haber amor, sin admiración?). 5. Respeto (aprender a ser sujetos, no objetos, ni el otro para mi, ni yo para el otro).
PREVIO al matrimonio (noviazgo): - Si no te quieren con admiración y respeto, estás en el lugar equivocado (igual, si vos no hacés lo mismo). - Si sentís que se "empantana" tu crecimiento como persona, tu realización... vete, el amor implica libertad. Recíproco, estar atento a que el otro también florezca.
Dicen que podemos llegar al matrimonio enamorados de ilusiones que están dentro nuestro, sin conocer las de nuestro compañero de viaje... aprendamos a compartirlas, desde un inicio.
Creo que todo esto sabiamente comenta AM, también es MUY aplicable a los que ya están en la ruta... en el camino de construir día a día su vínculo matrimonial.
7/1/25: LD... hoy escuché algo muy lindo:
"lo natural, en la esencia del ser humano, es buscar la felicidad... En el matrimonio, asumimos un compromiso de no priorizar mi felicidad, sino de ayudar al otro a buscar la suya... y a travez de ello, ir encontrando la mía...". Amor de donación, altruista (pienso: ¿puede el amor, por definición, no ser asi?).
16/1/25: Qué honor conocer por WhatsApp a CM (de 77 años), que desde San Pablo (Brazil), junto a S (86 a), su esposo, hace más de 50 años se dedican a acompañar noviazgos y matrimonios. Me cuentan que en su parroquia, el cursillo pre-matrimonial dura 6 meses... como para reflexionar bien, en absoluta libertad, antes de tomar una decisión importante, que impactará en toda la vida.
Comparto parte de sus riquísimos comentarios:
En estos últimos 50 años tuvimos mucho contacto con personas de entre 15 y 50 años mayormente, y fuimos observando muchos cambios de enfoque y comportamiento social. Siempre hemos pedido a Dios solo ser una ayuda para que todos reflexionen en libertad, y puedan distinguir por sus propios medios lo que puede ser mejor para ellos... hemos tenido muchos logros... (Yo pienso: ¡¡QUE LINDA misión eligieron para sus vidas!!).
Se ha llegado a una forma de pensar, en la que ser esposa y madre no es sinónimo de éxito personal, ya que el éxito SÓLO llega desde una profesión, y cuanto ésta llegue a rendir (sería muchísimo más exitoso ser CEO de una mega-empresa con 1000 empleados, que conducir la empresa llamada MI FAMILIA)... aunque lamentablemente luego, en el final de la vida de cada uno, ya con más experiencia, muchos descubran que habrían preferido estar más involucrados en el "micro-emprendimiento" de MI FAMILIA, que en todo aquello que demandó cualquier "mega"-profesión, por más "exitosa" que haya resultado...
Hoy es más difícil encontrar personas a las que les guste el bajo perfil, y que tengan una buena disposición para el sacrificio que aporte al proyecto matrimonial y familiar... Si hay muchas personas dispuestas a distintos grados de compromiso por otras causas (profesionales, comunitarias, objetivos personales, etc.), pero el PROYECTO matrimonial o familiar es considerado globalmente como "de poca monta" para una realización personal.
Bajo estas premisas, hay poco interés en ser esposa/o, o padres (madre y padre varón). Y cuando se forma una familia, y sobretodo cuando llega un hijo, en la mayoría de los casos, inicia una negociación sobre cómo repartirán sus tiempos EQUITATIVAMENTE para criar a esa criatura... una organización, dónde la entrega por amor no suele estar presente, y dónde hasta se prioriza el "tercerizar el cuidado del hijo" a otra persona (por dinero), antes que ceder un centímetro en "mis intereses profesionales". Nos ha tocado conversar extensamente con muchas parejas con ese enfoque cultural del "yo quiero", y no acepto lo que no encaja a la perfección en "mi mundo ideal" (idealizado).
Siempre cuento la historia de cuando conocí a S, yo tenía 25 años y estando de novios, su mamá estaba muy enferma... me conmovió su dedicación al cuidado de su madre, aún teniendo 2 hermanas... me hizo pensar que un hijo con tanto amor y dedicación por sus padres, no podía ser luego un mal marido y mal padre... Por supuesto que nada asegura nada, pero no necesité "convivir" para descubrir cómo era esa persona que tenía a mi lado como novio... La entrega por el otro, casi nunca viene fácil, en general presenta "dificultades a superar", y es allí donde vamos conociendo a la otra persona.
Conversar sobre todos estos temas, tanto en la época de noviazgo, como una vez ya comprometidos en un proyecto común a largo plazo, hizo que muchos cambiaran su forma de ver y priorizar... muchos nos lo agradecen.
16/1/25 LD: anoche tuvimos una linda charla entre matrimonios amigos, uno de ellos, organizó muchísimas fiestas de casamiento durante más de 30 años... y comentaba, cómo en solo esos años fue observando un cambio ENORME en la motivación de los novios para "festejar"... Como se pasó de festejar una unión/compromiso, a "mega-fiestas" de despilfarro, de máxima exaltación de los sentidos (placeres a full), sin límites... en fin, claro predominio del egocentrismo, en lugar de la entrega por el otro.
16/1/25 NBU comenta que todos los años concurre con su mujer a un ciclo de charlas sobre el matrimonio... ¿cómo promocionarlo?
"¿mostrarnos felices? no alcanza..." Buscar ser felices ayudando a la felicidad de otro, de nuestro prójimo (palabra que se convirtió "en cristiana", cuando todos deberíamos usarla con el mismo sentido). Observo que muchos necesitan más de esto de "ayudar a otro a ser feliz" para encontrar sentido a la vida.
A nuestra "pareja", la elegimos, no porque sea igual, sino porque es, justamente, distinta, COMPLEMENTARIA... No la elegimos para cambiarla, ni para cambiar uno, pero si, porque frente a esa persona, queremos ser mejores, sabiendo que no somos perfectos.
Importantísimo, aunque tengamos hijos, hacernos tiempo para fortalecernos como pareja, un tiempo de atención exclusiva.
Elegiría nuevamente a mi esposa, con quien cumplimos 15 años, no de un feliz o infeliz, pero si hermoso matrimonio que cada día construimos juntos.
19/1/25 LM me manda este video... ella opina que yo suelo "forzar" algunas asociaciones... pero en mi humilde opinión resume casi todo: lo importante del perdón en todo vínculo... y la picardía de ELEGIR copiarnos (como en el cole) del mejor "perdonador" de la historia:
https://www.instagram.com/reel/DE75N2HMu5t/?igsh=MTJ1OGhwOWJtbml5Ng%3D%3D
Vale la pena verlo!!!
19/1/25 LD estuve viendo algunos videos... comparto algunas reflexiones de los mismos:
- desde el inicio de la humanidad se ven dibujos sobre rocas a cerca de la COMPLEMENTARIEDAD entre el varón y la mujer... sin la misma, no habría vida.
- dos grupos de palabras que no significan lo mismo:
1) mujer y varón (hembra y macho)... significados biológicos (requieren un cuerpo, una genética)
2) femenino y masculino... significados cosmológicos, son arquetipos.
- el mismo creador de la sexualidad humana, también creo el universo en esa idea de complementariedad (cielo y tierra, agua y tierra firme, macho y hembra en los animales)... desde la diversidad de dos, buscamos complementarnos para regresar a la unidad.
- en el matrimonio se vive esa complementariedad en su punto máximo. Matemáticamente, uno más uno es dos... en el matrimonio, uno más uno es UNO.
- "no solo se aporta en el modo 'suma'... con mi esposa aprendí a asumir sus mejores cualidades, y hacerlas mías dándoles un 'toque' masculino... Ella, no solo se adaptó a mi, también asumió mis virtudes a su manera."
- "No me gusta emplear el término 'iguales' respecto a personas, ya que cada persona es incomparable a otras, cada una es única y vale un absoluto. Toda nuestra capacidad de amar (aunque no se agota, ya que es inagotable) se ENCAUSA hacia una persona... ¿cómo podríamos limitarla, reducirla a la idea de un mero contrato? Termina empobreciendo el concepto... Por el contrario, yo SOY el esposo de, y ella ES mi esposa. Resulta imposible pensarlo en `modo contrato', es más bien, una forma de SER, una forma de vivir".
- "el matrimonio incluye la totalidad del concepto de amistad, pero agrega algo diferente y único, que es la profundidad de la entrega en la intimidad (¿está siendo único? ¿es lo mismo que sea, o no, único?)".
- la complementariedad agrega la posibilidad de la creatividad, co-crear un nuevo ser humano, y soñar con la trascendencia.
- el TODOAMOR es fecundo y hace crecer a quien ama... aunque el primer beneficiado del amar es el que ama, también ayuda al amado, y juntos pueden fructificar en un hijo, lo más maravilloso que podemos hacer en este mundo... ¿alguien puede imaginar algo más maravilloso?
- el matrimonio CREA la familia que es la CUNA del amor y la vida.
- cualquier cosa positiva o negativa de nuestro matrimonio impacta en toda la familia, en la familia extendida y en toda la sociedad. El matrimonio termina siendo TU proyecto para el mundo, ¿cuánto estás dispuesto a aportar?
Cada pareja es como una Catedral, requiere sacrificio, esfuerzo, cuidado, inteligencia, sabiduría, dedicación, plegaria... todos podemos ser grandes arquitectos, los escultores de una obra maestra de bondad, belleza y espiritualidad.
- desde una visión sociológica, el matrimonio fortalece la idea de SOLIDARIDAD. El comprometer lo mejor que uno tiene por el otro, produce una expansión de las capacidades de cada uno. Sucede en todos los ámbitos de la vida, más todavía en el matrimonio.
- lo opuesto al matrimonio es pensar en uno mismo, lo cual lleva al aislamiento, a debilitar el vínculo de la confianza... La soledad es la principal fuente de sufrimiento para los seres humanos. La tendencia a "no pertenecer a una familia" puede llevarnos al egoísmo, con tendencia a pretender tomar "lo que no me corresponde", como opuesto a COMPARTIR... viviendo una ilusión de autosuficiencia, que mantiene el círculo vicioso de la soledad.
La familia, desde el matrimonio, nos enseña la dimensión del compartir, nos hace madurar a verdaderos seres humanos, donde desarrollamos la autoestima necesaria para perseguir nuestros objetivos, encontrar nuestros cimientos y el sentido de la vida, quienes somos en realidad. Por eso, el futuro de la humanidad depende de las familias... y las familias dependen del matrimonio.
20/1/25 LD "El matrimonio y la familia son el mayor tesoro al que todos podemos acceder por igual... pero que nadie puede comprar... es solo un estilo de vida, que elegimos o no".
¿Existe una sexualidad responsable?
¿Qué significado le daríamos a la palabra "RESPONSABLE" en este caso?
27/1/25 Comentario RC: Alguna vez leí una frase: "Ella se casó conmigo pensando que yo cambiaría. Yo me casé pensando que ella nunca cambiaría"... seguramente ambos se equivocan.
Todo este escrito podría ser aprovechable para quien comprenda que la base del matrimonio es el amor y despojarse del egoísmo. Comentario LD:
Gracias RC querido!!! ¡Que buena frase para analizar!!! Creo que das en la tecla, ya que en toda relación humana, hay al menos 3 formas de encararlas: una sería con engaños, otra sería basada en el mérito ("si hacés esto, entonces yo hago aquello"), y la tercera sería la del amor (te ayudo o me ayudás, independientemente que lo merezcamos o no)... El tema es que ninguna relación transcurre en un 100% en alguna de estas formas, sino que todos navegamos entre las tres... y tal vez, reflexionando y conversando entre nosotros, y principalmente con el cónyuge/pareja, podemos ayudarnos a permanecer más en un estado que en el otro... Si nunca lo reflexionamos/conversamos existe alta chance que nos "dejemos llevar" por el estado más fácil y/o placentero, aunque en el fondo, cuando lo analicemos, nos demos cuenta que el que más querríamos pueda ser el que exige más compromiso, porque entendamos que nos lleva a un mejor destino...
27/1/25 En una charla de hoy, surgió el siguiente tema: "muchas mujeres/madres, cuando se les pregunta ¿qué es lo más importante de sus vidas? Responden: mis hijos". Dejando fuera de la posible opción de respuesta al esposo y padre de sus hijos... Puede ser que algunos esposos/padres verdaderamente no merezcamos entrar en esa consideración... O podría ser que no sean tenidos en cuenta por algún otro motivo: ¿olvido? ¿descuido? ¿desconsideración?
¿Qué sería mejor para los hijos? ¿Ver que ellos son el centro del universo de la mamá (o del papá, pero de cada uno por separado)? ¿O ver que ellos son amados por una pareja, que son sus padres, y que DERRAMAN amor hacia ellos en forma conjunta?
El concepto de amor implica necesariamente buscar lo mejor para el amado, en este caso los hijos. El amor a los hijos es otro motivo/justificativo por el cual cuidar y fortalecer el matrimonio... no solamente por los propios cónyuges, sino también por nuestros hijos.
31/1/25 Nos juntamos a comer con dos matrimonios amigos, admirados ejemplos de lindos matrimonios... Ambos contaban que unos habían pasado por enojos de cerrar la puerta de casa con llave y dejar al marido a dormir en la vereda... En el otro caso, hasta llegaron al punto de ella irse de la casa con los chicos, a la casa paterna... Imposible pensar en que no habrán conflictos, el tema es superarlos con caridad, misericordia y perdón... mucho perdón (aprender a perdonar y a aceptar el ser perdonado).
2/2/25 mi amigo DI me recuerda que, además de Amor Conyugal, Schoenstatt (Fortalecimiento Matrimonial) y los dominicos (Vida en Gracia) también tienen actividades especialmente destinadas a fortalecer a los matrimonios desde hace muchos años.
13/4/25 LD: Anoche escuchaba decir que, si bien nos elegimos por amor, el compromiso, al momento del casamiento, no es evaluar cuánto nos amamos en ese instante, sino comprometernos en mantener un camino de amor para toda la vida. Ese es el compromiso... ¿es posible?
¿Es un desafío masoquista? NO! Es el mejor desafío para conducirnos a la FELICIDAD.
¿Qué podemos esperar del no tener compromisos con nadie, de la soledad afectiva, del experimentar apoyos solo "pasajeros" sin nunca tener la confianza que ese "apoyo/compartir" se mantendrá en el tiempo, incluso en las dificultades, del "conseguir/conquistar" cosas solo, en soledad, por conveniencias... y no poder mirar atrás y disfrutar el orgullo de haber construido junto a alguien, desinteresadamente, por amor, dando más que esperando recibir...?
¿Construido QUË? ¿Un imperio económico o una familia llena de afecto y compañía? No es que progresar económicamente esté mal, puede estar MUY bien, cada uno sabrá a costa de qué va logrando esos progresos, y con qué fines y objetivos, con qué prioridades, y qué destino le da a esas utilidades que va obteniendo...
Pero... ¿Con cual de todos estos contrastes que acabo de mencionar, y tantos otros, habrá más chances de conducirnos hacia una felicidad serena? Infinitas situaciones posibles, muy diferentes entre si, en la máxima abundancia o en la extrema pobreza, que siempre pueden encararse con egocentrismo, o con entrega por el otro, con amor...
Durante el noviazgo elegimos a la persona... al momento de casarnos, estamos convencidos, o deberíamos estarlo, que esa persona es la adecuada para ese desafío, por lo menos podemos elegir a la que consideramos es la mejor persona para iniciar ese camino... ¿habrá otra mejor? ¿habrá alguna perfecta? Con cualquier persona que elijamos habrán desafíos a superar...
Entonces, luego, ayer también decían... La pregunta al momento de casarnos no es "¿cómo se sienten, cuanto se aman en este momento?" sino que la pregunta es ¿CUANTO están dispuestos a...? O sea ¿alguien espera que no hayan problemas? (¿de qué tipo de problemas? de todo tipo)...
La fortaleza de la confianza mutua se construye resolviendo los problemas...
Ese resolver problemas, ese vencer dificultades, serán los CIMIENTOS de una relación cada vez más sólida y madura... ¿Se puede pensar o asumir a una relación, o a cualquier vínculo, como MADURA, cuando todavía no atravesó ninguna dificultad?
Por eso, ninguna crisis debería poder, o no debería tener el potencial, de destruir un matrimonio (siempre SIN juzgar a nadie, sin personalizar, solo intentando una reflexión objetiva)... Lo que destruye cualquier vínculo es nuestra incapacidad de no ceder en nuestro egocentrismo, en nuestro orgullo... Existen matrimonios/parejas FELICES, que cuando uno mira las dificultades que les tocó vivir, nos resulta inexplicable que permanezcan juntos... pero, sin embargo, lograron sobrevivir a todos los "consejos de separarse"... ¿por qué? ¿CÓMO lo lograron? Porque, en algún momento, ELIGIERON dejar de agredirse, de herirse, tuvieron la ACTITUD de empezar a ver la postura del otro, de empezar a ayudarse mutuamente, sin medir, sin negociar, estando dispuestos a ser "el primero", a DAR antes que recibir, a dar SIN ESPERAR algo a cambio (alguien tuvo que ser el primero... aunque en ese momento pensara que "el otro no lo merecía")... ¿existe algo MÁS fuerte que eso?... ¿Puede existir algo más poderoso, algo que conquiste más el corazón del otro, que enamore más, que sea un mejor factor de cambio positivo, que estar dispuestos a darnos por el otro cuando nadie lo esperaría... permanecer apostando al amor cuando todos "saldrían corriendo de ahí" y te abandonarían?
Para los cristianos, ese es el ejemplo que nos deja Jesús... amar hasta el final, a pesar de las peores circunstancias (nunca peores que las que Él tuvo que pasar), con el máximo sacrificio, con el máximo abandono de muchos, y también con la alegría de ver que algunos pocos lo acompañan a Él hasta el final... Pero después, es ese amor hasta el extremo, lo que termina re-conquistando a aquellos que, por innumerables circunstancias distintas, habíamos elegido abandonarlo...
Creo que, en otra escala, la relación matrimonial también se refleja allí... con muchos abandonos mutuos por egoísmos, por orgullo... y muchas reconquistas por amor. Y creo que es allí donde ese amor se va haciendo más fuerte, cuando DEMUESTRA, en los hechos, que es capaz de perdonar, de aceptar el perdón, de disminuir el orgullo egocéntrico, y cambiarlo por el orgullo de descubrir lo que somos capaces en el amor, desde la humildad que nos conduce a la reconquista, a la felicidad.
Una linda conclusión de alguien: los varones se quedan cuando sienten paz... y las mujeres generan paz cuando son bien tratadas... Se necesita el compromiso de ambos para que exista una relación, y sobretodo para que la relación RESISTA... porque no se trata de "estar" juntos, sino de CONSTRUIR ALGO JUNTOS.
https://www.instagram.com/reel/DIQRoODRCH3/?igsh=cWJ0cWMxdjc1amQ4 algo muy breve para descubrir el verdadero amor de tu vida...
Que lindo cuando MUTUAMENTE somos soles y/o lunas, cada uno en distintos roles, en diferentes momentos... pero siempre juntos, aceptando cuando el otro no haya podido ser el "sol" que yo esperaba, y entonces yo proponiéndome ser su "sol" que lo ayude a ser mejor persona, para que, desde allí, la próxima vez, él o ella sean un mejor "sol" para mi también... SIEMPRE CONSTRUYENDO JUNTOS... un circulo virtuoso inagotable, indestructible para cualquier crisis, por más fuerte que sea... porque EL AMOR SIEMPRE TRIUNFA.
19/4/25 LD: ayer, viernes santo, me encontré a la salida de la Iglesia con mi querida amiga de la infancia, CM, quien me compartió esta charla que vale la pena:
https://www.youtube.com/watch?v=bDpTHUKSC-w&t=3612s&ab_channel=ParroquiaSagradaFamiliaNordelta
Pienso volver a verla e ir sacando algunos apuntes para compartir por acá... para empezar, lo primero que dice es que quiere transmitir FUERZA y MOTIVACIÓN.
Dejo acá también otros escritos sobre EL MATRIMONIO, o vinculados al tema, que ojalá ayuden a disparar reflexiones que nos comprometan más con su cuidado y defensa:
https://huesodurand.blogspot.com/2024/01/20240102-el-matrimonio.html
https://huesodurand.blogspot.com/2024/10/20241025-sexualidad-y-sus-practicas.html
https://huesodurand.blogspot.com/2024/08/20240805-cosas-que-pasan-de-moda-el.html
https://huesodurand.blogspot.com/2024/07/20240717-no-es-bueno-que-el-hombre-este.html
https://huesodurand.blogspot.com/2022/11/20221113-tercerizar.html
https://huesodurand.blogspot.com/2021/08/20210918-conversar.html
https://huesodurand.blogspot.com/2021/07/20210730-los-animales-el-ser-humano.html
https://huesodurand.blogspot.com/2015/01/la-autoridad-familiar-paterna-materna.html
https://huesodurand.blogspot.com/2013/09/el-matrimonio-con-los-anos.html