Muy a menudo se repite la
frase del título: “la medicina es un arte”. Analicemos si realmente es
así en nuestros días.
El artista busca, en
cualquiera de sus formas de expresión, dejar una respuesta a algún interrogante
que lo ocupa. Este interrogante puede ser de variada naturaleza: problemas
específicos de la época que le toca vivir, cuestionamientos generales de la humanidad
(religión, esclavitud, relación riqueza-pobreza, etc.), búsqueda de la estética
y de la belleza en sí mismas, etc. etc.
Los artistas conviven entre
ellos en la búsqueda de comprender, y si es posible, encontrar una solución a
dichos interrogantes.
El abordaje del problema y sus
conflictos, o sus posibles desenlaces se puede realizar de distintas formas,
algunos se expresan mejor desde la literatura, otros desde la música, la
pintura, la escultura, la filosofía… pero siempre en la búsqueda visceral de “expresar
algo” con respecto a aquello que los aflige o que por el contrario
ocupa sus intelectos con placer y alegría. Por ello la expresión artística
tiene un grado de subjetividad supremo, y es muy difícil que
un artista pueda llevar adelante una obra en la cual no se sienta parte del
problema desde algún ángulo, por lo menos como observador interesado del mismo.
Por lo tanto el artista crea
un compromiso con su obra, y en ella “vive parte de él”… sus ideas, su forma de
entender el asunto y su “compromiso” con el mismo. Se pueden tener ideas
brillantes y no tener interés en comunicarlas, o no tener “pasión por la
expresión”, que puede ser otra forma de decir lo anterior.
COMPROMISO, PASIÓN
POR EXPRESAR, claves del artista.
Las ideas desordenadas no sirven.
Primero hay que vivir el
problema, en ciertos casos hacerlo propio, pero fundamentalmente intentar
comprenderlo y ordenarlo, para finalmente expresar una idea o un concepto que
sea realmente enriquecedor, sea en el diagnóstico o en la solución.
El artista navega en la búsqueda
de la claridad conceptual… seguramente la logra en pocas ocasiones, pero de esa
búsqueda constante surgen sus mejores ideas y aportes.
La INTELIGENCIA,
resulta esencial para ordenar el caos, y luego distinguir que es lo importante
y de verdadero interés.
Además, está el aspecto
técnico.
¿Cómo se puede expresar
aquello que desborda? La forma debe ser comprensible, atrapante, debe disponer
del lenguaje adecuado al destinatario.
Para ello, en cualquiera de
las ramas del arte, se debe conocer las herramientas con que se dispone, y
saber utilizarlas. Es necesario ESTUDIAR mucho.
Por último, no existe arte sin
destinatario.
Los destinatarios pueden
elevar o destruir cualquier expresión artística, independientemente de la
opinión inicial del autor a cerca de la calidad de la obra. Si el interés es de
“expresar algo”, se está buscando lograr un impacto en el otro.
Por ello, el arte se podría
analogar a un matrimonio, donde es imprescindible el conocimiento y la
comprensión entre uno y otro. Los “interlocutores” o “destinatarios” no son
siempre los mismos, y tampoco son “equivalentes”. Por lo tanto, si se quiere expresar
algo que haga impacto en el otro, se debe COMPRENDER y CONOCER
AL OTRO.
El creador, el artista, suele
llevar una forma de vida diferente a la de los demás.
- ¿se puede escribir, o pintar
…, sin un motivo, sin un compromiso?
- ¿se lo puede hacer, sin
haber analizado o comprendido la idea a describir?
- ¿se lo puede hacer, sin el
dominio de la gramática, de los trazos y colores, o de las notas musicales?
- ¿se puede ser comprendido en
plenitud por quien no se conoce, o con móviles de comunicación inadecuados?
La respuesta a las tres
primeras preguntas puede llegar a ser SI, ¿pero será eso que se obtenga
verdaderamente arte?
Con respecto a la cuarta
pregunta, ¿tiene sentido el arte que no pueda ser apreciado?
La respuesta afirmativa a las
tres primeras preguntas parece apropiada para cuando se hace algo en serie o a repetición,
como puede ser un empleado que participa en la fabricación sistemática de una
misma pieza para un motor. No se responde a ningún problema, no se agrega nada
propio, solamente se deben seguir pautas establecidas de calidad.
En ello no hay arte.
¿ES LA MEDICINA UN ARTE?
¿Existe mayor problema para la
humanidad que la angustia de la enfermedad?
¿Podría existir mayor artista
que aquel que se involucre con pasión, y que pudiera comprender e intentar
resolver tamaña angustia?
La medicina puede resultar una
forma majestuosa de compromiso con pasión de un problema de máximo interés, el
cual no puede ser interpretado sin inteligencia, y para lo cual se debe
disponer de experiencia y conocimientos. Para ello, resulta esencial conocer y
comprender al destinatario, con el cual el grado de comunicación puede ser
máximo, al igual que el impacto que se puede lograr con los actos y las ideas
que se interpreten.
“El problema son
la angustia y la enfermedad física… La pasión y el compromiso del médico serán
fundamentales para entender el problema. El conocimiento y la experiencia serán
como el uso magistral de la paleta del pintor, y el organismo y el intelecto
del paciente serán la tela, que deberá conocerse en profundidad. La familia y
los amigos serán el público que admirarán o no la obra”.
La organización del cuidado de
la salud de nuestros días, ha acercado a la medicina a una actividad rutinaria,
con horarios y salarios establecidos, donde solo cuentan las pautas escritas
que deben adaptarse a todos los casos, y donde no existe tiempo para conocer y
comprender al destinatario. En ello no hay arte.
Por lo tanto, para hacer buena
medicina, se debe lograr…
… QUE
LA MEDICINA SEA UN ARTE …
Dr Luis Durand
Figueroa
muy bueno! comparto plenamente tus conceptos Hueso
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