“no, no, no... no hablemos de religión, que es para problemas...”
“te respeto, pero prefiero no meterme en esos temas personales...”
“yo prefiero analizar las cosas desde una ética del bien...”
“no, no, respeto lo que pensás, lo que pasa es que yo lo miro desde otro ángulo...”
“al final, cada uno hace lo que puede...”
Según la filosofía, la definición de fe es la “adhesión de la inteligencia a una verdad que no puede ser del todo demostrada por la razón”.
La definición de FE, según la religión (al menos en el cristianismo) es “aceptar y confiar en Dios y en las verdades reveladas, aún sin verlo, ni poder demostrarlas científicamente”.
TODOS convivimos teniendo fe en tantas cosas, permanentemente, el "tener fe" es un ejercicio constante en nuestras vidas... incluidos los agnósticos... Nuestra vida diaria transcurre muchísimo más entre actos de fe, que en certezas demostradas científicamente... Todos los días nos apoyamos, y nos movemos, según el hecho concreto de que tenemos fe que las cosas sucederán de determinada manera... “voy a la reunión, porque tengo fe de que todos van a ir” ... y un millón de etc. (hasta que "me fallan" dos o tres veces, "nadie fue a la reunión"... y paso a "tener fe" en que nadie irá a la próxima...). Así con-vivimos.
Somos seres de carne y espíritu.
Pero, como en todo en la vida... si quiero obtener algo, necesitaré comprometerme por ese determinado objetivo. Si quiero “orden espiritual”, también tendré que hacer algunos “deberes”.
Al final, todo se define en si lo que yo aporto lo hago poniéndome en tu lugar y buscando tu bien... o si lo que hago va en función de mi propio interés...
Como acá entran muchos “matices”, que pueden generar confusión... termina siendo necesario, IMPRESCINDIBLE, hablar, compartir, inter-actuar... ponernos en el lugar del otro, por más distinto que esos otros vean las cosas. Caso contrario, me aíslo, termino solo viendo mi propio ombligo, y al final, mis decisiones solo están basadas en mi propio interés (globalmente, interpretamos que ese egocentrismo no aporta “buenos materiales” a ninguna relación).
Al final, nuestros vínculos, la forma en que cada uno intenta vincularse a los demás (el accionar más importante, más esencial, de la vida todos), "los materiales que cada uno aporta para CONSTRUIR esas relaciones", terminarán dependiendo mucho de nuestras creencias espirituales y la forma en que organicemos, cada uno, nuestra propia espiritualidad, a que cosas le demos más importancia, prioridades...
Las religiones deben ayudarnos a reflexionar, a buscar el camino correcto... con-viviendo con otros, comunitariamente. COMPARTIR, no imponer.
Sin embargo, yo el primero, tenemos/tengo esa tendencia a acomodar la verdad a mi conveniencia circunstancial del momento.
¿Porqué evitamos esa verdad que interiormente reconocemos en la honestidad de nuestra conciencia?
Lo interpreto de la siguiente forma:
Todos nacemos con una tendencia egocéntrica. La inmadurez y dependencia, durante nuestra primera infancia, hace que nuestro alrededor busque complacer las necesidades básicas para cuidarnos y ayudarnos a crecer. Cuando va avanzando esa infancia, debemos ir MADURANDO a una convivencia con nuestro entorno, en donde vamos progresivamente dejando de ser el centro de atención, para incorporarnos en una dinámica donde debemos ayudarnos entre todos. Ese mundo inicial, esencial para mi supervivencia, deja de “girar a mi alrededor”, y debo madurar hacia ser un eslabón de una cadena en la que nos ayudamos entre todos a ser una “mejor cadena”.
Al final, puede ser que hablar de religión termine siendo algo así cómo hablar de nuestras cosas importantes, de esa espiritualidad que nos constituye, cosas íntimas, esas que nos terminan dando o no la PAZ interior que todos buscamos, necesitamos... y ojalá que nosotros también seamos ayuda para otros, eslabones de una cadena que crece en sabiduría, no en imponer, sino en ayudar a que a todos se nos haga carne el hecho de intentar ser "mejores" en todos los aspectos... la vida misma.
Quiero terminar esta larga reflexión compartiendo el PORQUÉ, desde mi racionalidad, yo elijo determinada religión que me ayuda en mi espiritualidad.
Nací en una familia católica, mi infancia y adolescencia estuvieron MUY rodeadas de "sólo catolicismo"... Recién en mi "juventud temprana" tuve la oportunidad de viajar, conocer más de cerca otras culturas y "formas de ver la vida", y convivir en una mega-ciudad como Buenos Aires, donde encontré buenas personas con enfoques muy distintos a los míos (y también otras personas no tan buenas, como las había encontrado en mi infancia y juventud, en todas las ciudades y de todas las religiones)... aunque esas "buenas personas con enfoques distintos" tenían dilemas parecidos, con angustias y alegrías similares...
Crecí admirando a Jesús de Nazaret y Sus enseñanzas, pero en mi adultez me encontré cuestionando esa "admiración"... ¿porqué creerle y admirarlo? (esta fueron mis reflexiones, acepto otras -siempre nos enriquecemos con distintos enfoques-):
- Lo primero que encuentro en mi "listado de evaluación racional" sobre Jesús de Nazaret es COHERENCIA... un nivel de coherencia de vida "imposible para un ser humano" como todos nosotros. Interpreto que, incluso si un ser humano común hubiese querido "inventar" la historia de Jesús... no habría podido lograrlo en términos de la genialidad en la coherencia. Todo "cierra perfecto" en Su forma de vivir lo que predicó. En ese aspecto, no me queda otra opción racional que admirarlo como un ser superior, igual y distinto -al mismo tiempo- que todos nosotros.
- Para "tamaña evaluación de coherencia" me veo "obligado" a basarme en las Sagradas Escrituras, ¿serán ciertas? La mayoría de los libros antiguos conllevan cierto nivel de duda sobre su originalidad histórico-científica. No existe ninguna duda sobre la existencia de Jesús de Nazaret, y lo que le tocó vivir, bajo la mirada de historiadores "no cristianos". Los libros que conforman lo que llamamos el Nuevo Testamento, son conservados desde el inicio en que fueron escritos, y además se escribieron para ser leídos en comunidad. Inicialmente, sus contenidos fueron AUDITADOS por quienes convivieron con Jesús Mismo, quienes compartieron lo que allí se relata. Difícil encontrar libros con tanta auditoría.
- No encuentro ningún DILEMA HUMANO que no haya sido analizado por Jesús, con su respectiva recomendación sobre cómo enfocarlo. Y al final de Su vida pública de 3 años, exclamó: "Todo se ha cumplido". ¿A qué se habrá referido? Entiendo que al hecho de enseñarnos TODO. ¿Alguien puede encontrar algo que esté faltando?
- ALTRUISMO absoluto, en esencia. No puedo encontrar algún hecho en el que yo interprete que Jesús estuviera buscando una ventaja para él, un beneficio personal. Refiriéndose al bien de nuestras almas, en todo momento se refiere al bien común. NUNCA impone nada, solo aconseja... explicando de tal forma que sea LA VERDAD la que se termine imponiendo.
- Toda la filosofía y la teología que predica y vive Jesús de Nazaret COINCIDE con lo que entendemos por ética o por el derecho natural. Nunca contradice esos principios que están inscriptos en lo más profundo de la conciencia de cada ser humano, que tienen que ver con lo que consideramos como el bien, el mal, el bien común. Este es un punto importante que ayuda a sostener mi fe, ya que no tendría sentido que un Dios Sabio nos hubiera creado de una determinada forma, y luego nos "pidiera" algo que fuera en contra de la esencia en que fuimos creados por Él Mismo... Al final, termina quedando claro que nos plenificamos cuando somos aquello para lo que fuimos creados, cuando no nos confundimos en nuestras tomas de desiciones (cuando no preferimos nuestro egocentrismo frente a entregarnos, por nuestro bien y el de los demás). En ese aspecto, termina teniendo sentido para mí, que fuimos creados a imagen y semejanza de nuestro Creador, en esa capacidad de elegir amar.
- Entiendo que todas las enseñanzas de Jesús van TAN a lo esencial del ser humano que, aún "incumpliendo con todas nuestras reglas del marketing moderno", sus recomendaciones rápidamente se difundieron por todo el mundo. TODAS Sus enseñanzas pueden ser comprendidas exactamente IGUAL por todos los seres humanos, independientemente de raza, época, cultura; y sobre todo de capacidad de consumo, de educación, de acumulación de bienes, etc., etc., etc. Para entender lo que quiere decir Jesús sólo se necesita QUERER HACERLO, abrir el corazón. SIEMPRE que hablemos con cualquier persona, en la confianza de la honestidad de nuestras conciencias, sobre cualquier enseñanza de Jesús, estaremos todos de acuerdo, no hay otra opción.
- Luego vienen todos los misterios y milagros que tienen que ver con nuestra FE, de los cuales, el que me convence más, o más bien, me pone en la situación de que me resulte imposible no reconocerlo como nuestro Dios, es que haya RESUCITADO.
- En ese contexto de una necesidad constante y continua de ejercer nuestra libertad hacia elegir o no el amor... Jesús dejó una IGLESIA... compuesta por los mismos hombres que vino a encontrar. Aquellos con fortalezas y debilidades, aquellos que constantemente necesitan reflexionar para tomar buenas decisiones... y evitar las malas. Porque el ser humano fue creado para vivir con-viviendo... con la libertad absoluta de infinitas opciones de desiciones distintas... y ES en esos enfoques distintos donde tenemos que amarnos. En ese contexto, era necesario una Iglesia, con todas sus imperfecciones y todos sus aciertos... porque la esencia de nuestra Iglesia compuesta por nosotros mismos, no es la perfección, sino el ENCUENTRO para buscar la VERDAD.
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