miércoles, 16 de octubre de 2024

20241016 el pecado

¿Qué es el pecado?

Definiciones de la Real Academia Española:

1. 
(nombre masculino)
Transgresión consciente de un precepto religioso.

2. 
(nombre masculino)
Cosa que se aparta de lo recto y justo, o que falta a lo que es debido.


Creo que la mayoría asimilamos la palabra “pecado” a la idea de religión...


Analicemos...
Todos tenemos una ESPIRITUALIDAD, nadie puede apartarse de ello… donde las religiones serían algo así como una forma de ordenar esa espiritualidad. Algunos querrán ordenarla por sí mismos (ateos), otros aceptarán una organización externa (normas religiosas)… y otros interpretarán que no existe la necesidad, o la posibilidad de un orden (agnósticos).

Entonces, el pecado es visto como una extensa lista de normas impuestas “por otros” (quienes manejan las religiones) “de cosas que yo debería hacer, o no hacer”… y que claramente me gustaría evitarlas o hacerlas, pero sin que nadie me lo indique. “¿Quienes son ‘ellos’ para decirme lo que yo puedo o no puedo hacer?”

… “que la infalibilidad de no sé quién, y no sé qué cuernos”… 

... “no entiendo porqué alguien puede arrogarse decirme lo que no tengo que hacer, o lo que si… y para colmo, ‘eso’ que me dicen que no haga, justo es lo que si me interesa hacer… y para recontracolmo, quienes deciden lo que se puede y lo que no, son los primeros que no cumplen…”
“Se va todo al diablo, no cuenten conmigo”...


Considero que es muy comprensible apartarse de cualquier religión/imposición vista bajo esas premisas.

Entonces se me podrá preguntar:

“¿porqué vos te mantenés ‘atado’ a ese sistema que penaliza con tarjeta amarilla, y a veces hasta la roja, que algunos llaman la 'presión del pecado'?” 

“Eso solo sirve para manejar a las masas…”

Coincido de nuevo, visto desde esa forma “impositiva”, se puede, naturalmente, interpretar todo como con ese objetivo, el de la manipulación…


Y entonces, “... si coincidís en todo, ¿porqué seguís aferrado a esas normas?”

mmm… yo lo veo de esta forma:

Estoy convencido que todos nos manejamos en un espacio de espiritualidad… donde no estamos solos, donde la naturaleza creadora de lo que somos en esencia, hizo que tuviéramos, obligatoriamente, que convivir. NO HAY OTRA, desde que nacemos hasta que morimos estamos obligados a con-vivir… con nuestro entorno inanimado (objetos) y animado (animales, humanos).

En esa convivencia con todo nuestro entorno, y nosotros dentro de él, nos movemos dentro de ciertas reglas o leyes, como las de la química, la física, etc., etc. … no podemos esquivar a ninguna de ellas. O sea, si voy a sentarme y alguien me saca la silla, me caigo exactamente de la misma forma en que lo hace una piedra… no podemos esquivar la ley de la gravedad, es igual para todos los seres inanimados y animados.
No puedo determinar que se detengan las reacciones químicas que suceden en mi cuerpo, de la misma forma que suceden en un laboratorio cuando se presentan determinadas condiciones... suceden y punto.

Nos vemos influenciados por nuestro entorno, inanimado y animado, que se rige con leyes establecidas, a las cuales no podemos esquivar.

Pero existe una ley, que solo la tenemos los seres humanos, que se la ha llamado LEY NATURAL (o ley de la naturaleza humana), que se refiere a lo que manda nuestra CONCIENCIA.

Es una ley, con la que también fuimos creados todos los seres humanos POR IGUAL… independientemente de las épocas, costumbres, etc., etc. TODOS reconocemos que si un compañero huye y nos deja solos en una contienda, nos está traicionando... es así y punto.

Y así con tantas otras actitudes que hemos denominado VALORES.


Lo que es interesante analizar es que, en el caso de esta ley, a diferencia de todas las otras, cada uno de los seres humanos, tenemos la LIBERTAD de elegir cumplir lo que se espera de ella, o no.


Esta ley natural está prácticamente basada en la idea de la convivencia, donde lo esperable es que seamos respetuosos de las normas que nos ayudan a construir buenos vínculos, y que no elijamos la que “solo me conviene a mi”… porque eso deteriora los vínculos.

El ser humano se debate dentro de esa ley que separa el amar, del ser egoísta.

Y TODOS venimos con esa ley grabada a fuego en nuestra conciencia... no podemos hacernos los desentendidos.
Todos tenemos la capacidad de reconocer cuando alguien es egoísta y nos afecta, de la misma forma que cuando somos egoístas y afectamos a otros… y también estamos capacitados para reconocer lo opuesto.
Cuando alguien tiene buenos gestos con nosotros, o cuando somos nosotros los que hacemos algo bueno por los demás, NOS SENTIMOS BIEN… y punto. 
Y cuando hay algo en lo que sabemos que no procedimos bien, algo nos incomoda en nuestra interioridad, en nuestra conciencia. NO PODEMOS EVITAR sentir eso cuando hacemos o recibimos el bien (¿felicidad?), como tampoco podemos evitar sentir lo que sentimos cuando hacemos o recibimos algo malo (¿angustia?). FUIMOS CREADOS ASÍ, y punto.


¿Entendemos, entonces, QUÉ son los valores?
Luego aparece alguien que pregunta: “¿quién es el 'patriarca' que se otorga a sí mismo el poder de decidir lo que es valioso y lo que no lo es?”

nadie…
Todos reconocemos los valores por igual.

Es cierto que podrán haber situaciones algo confusas, difíciles de comprender… pero, cuando se analicen en profundidad, siempre llegarán al mismo punto de evaluación: se procedió con amor, o se procedió con egocentrismo... y todos lo terminamos reconociendo, independientemente de los "títulos educativos".


Entonces… YO ENTIENDO que el pecado es lo opuesto a los valores, cuando reconozco que estoy haciendo algo que no está bien.


Mientras tanto, en todo esto hay otro punto importante a analizar: la SUTIL separación que existe entre darme a mí mismo lo que yo verdaderamente necesito, y que está muy bien; de lo que es pensar en los demás, y darme por los demás.

Hay una frase muy buena que dice que “no se puede dar lo que no se tiene”. Por lo tanto, primero deberemos formarnos a nosotros mismos, llenarnos de cosas buenas para derramar, eso que seamos, sobre los demás…

Y allí debemos analizar la ¿sutil o gran? diferencia:
No es lo mismo llenarnos para derramar en los demás, que llenarnos para acumular… ¿Es necesario ahondar en la explicación de esta diferencia? No, no es necesario. Todos sabemos bien a qué se refiere… está en nuestra conciencia, la traemos de fábrica. 
Todos diferenciamos a aquel que se fortalece para ayudar a los demás, de aquel que se fortalece solo para "ayudarse" a sí mismo (¿lo está haciendo de verdad?).

Me gusta cómo lo explica el padre Michael Esparza en un librito pequeño (que para mí es un GRAN libro, entre mis favoritos, se llama “Amor y autoestima”), donde se diferencia el orgullo por la sana autoestima, de lo que es el orgulloso que se considera superior a los demás, y que por lo tanto, cree que “merece” mayores privilegios.

Todos entendemos que necesitamos fortalecernos, darnos nuestro propio lugar, para DESDE ALLÍ, ayudar a los demás. 
Eso es lo que viene en la LEY NATURAL.


Sin embargo, a pesar de que en nuestra interioridad de conciencia comprendamos el valor de darnos por los demás, no siempre nos resulta fácil... y además, en la actualidad, los medios de comunicación masiva han trabajado tanto para "confundir" ese valor, que a veces pareciera que lo van logrando... Entonces, por ejemplo, frecuentemente escuchamos a una mujer decir que ella no logró nada, porque siempre vivió por los demás (ej su familia)... El mismo concepto puede aplicarse también a un varón que no haya producido y multiplicado bienes de material, o sea, le preguntarán ¿dónde están los frutos producidos? y pocos valorarán, en la superficialidad en que vivimos, como verdaderos frutos, a la generación de buenos vínculos espirituales, el haber ayudado a otros, el haber fortalecido su conciencia con buena reflexión, etc...

Pero, recién en soledad, con la honestidad de nuestras conciencias, aún en la cultura del materialismo que vivimos hoy, al momento de preguntarnos si nos sentimos plenos y felices, todos recurrimos a evaluar la calidad de nuestros vínculos... incluidos aquellas personas que solo supieron acumular riquezas...

Ojalá volvamos a aprender y valorar, y "no le bajemos el precio" al hecho de darnos por los demás... Si alguien vivió dándose por otros, puede ser plenamente feliz, y puede transmitir eso con orgullo... incluso, hasta con más orgullo que alguien que solo cuente logros personales.


“¿Y porqué todo esto lo tiene que decir una religión? en mi caso, no es necesario... 
Déjenme a mi tranquilo, que yo me doy cuenta de todo eso… solo… y además, tengo mis buenos vínculos sin una religión de por medio...”


En toda religión hay aspectos de lógica y otros de FE… pero, al mismo tiempo, esa creencia que no es demostrable y que requiere FE, necesita apoyarse en algún grado de lógica.
Nadie puede tener fe en algo absolutamente incongruente, no tendría sentido. Tenemos FE en algo que no podemos demostrar, pero que tiene algún sentido según nuestra línea de razonamiento.

Entonces las religiones no se apoyan solo en cosas de fe, que algunos pretenden presentar “como sin sentido, o sin lógica”.
No, no es así. Para empezar, las religiones más difundidas en el mundo, tratan de buscar el bien… el bien común. Aunque es cierto que pueden haber ciertas interpretaciones donde se “desdibuje” esa búsqueda del bien común.


A mí me cierra lo que vino a enseñarnos Jesús de Nazaret… ¿PORQUE?

Porque no pude encontrar nada, en toda la vida de Jesús, que se aparte del bien común… NADA.
Eso me atrae, y a medida que voy profundizando y voy conociéndolo más, voy descubriendo otras cosas muy interesantes, muy racionales… como si Jesús nos conociera TAN en profundidad; como si fuera ese Dios que nos creó, y que, por ende, entiende a la perfección lo que es mejor para nosotros… y que NOS AMA. Que nos trata con una cercanía que solo se logra en FAMILIA… nos trata con una relación de padre a hijo, y nos pide que nos tratemos como hermanos. ¿Qué podría haber de malo en eso? ¿Porqué desconfiar?
¿En qué punto “no me estaría conviniendo” interpretar mi relación con los demás desde esa mirada familiar? 
¿Será que bajo esa mirada no me resulta comprensible sacar ventajas que me favorezcan solo a mí mismo…? 
¿Será que bajo esa mirada, yo solo me pongo en el brete de tener que aprender a compartir... y eso me incomoda?


Un último aspecto para ir terminando… porque este tema puede ser inagotable.

Algo que, a pesar de ir conociendo a Jesús desde mi infancia, y ya tengo 60 años, recién fui descubriendo hace poco…

Jesús vivió solo 33 años, y su vida pública fueron solo 3 años. Muchos pensarían que ese tiempo es suficiente para bajar línea, y dejar claras y ESCRITAS A FUEGO las normas que todos sus seguidores deberíamos “seguir”…

Pero no…

Jesús no impuso nada a los demás, solo a Sí Mismo… Su ejemplo de vida es una ROCA, una coherencia absoluta hacia el bien, sin imponer nada.

Cada regla o norma que tenemos en la Iglesia no viene de una imposición rigurosa por Jesús, sino de la rigurosidad que impone la claridad con que nos ayudó a distinguir el bien del mal, a separar la verdad de la confusión… pero SIN imponer, solo recurriendo a lo que Él sabía que tenemos en nuestra conciencia ("como si nos hubiera creado"):

- le preguntan: “¿hay que apedrear a la mujer adúltera?” Responde: “el que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra”. No se puso a dar una cátedra sobre las normas de la fidelidad y los derechos de las mujeres… PERO TODOS ENTENDIERON que no está bien el adulterio, que la mujer tiene los mismos derechos, que hay que aprender a perdonar, etc, etc. Y que no da todo lo mismo, a la mujer adultera le dice: “mujer ¿quién te acusa? Ahora ve y no peques más…” No necesitó explicarle cual pecado y cómo manejarse… ella comprendió perfectamente, en la honestidad de su conciencia, lo que debía hacer…

- le preguntan: “¿hay que pagar los impuestos?”. Jesús no da una clase de opresión social… solo responde: “dad al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios”… y todos entendieron… querían probarlo para ver si metía la pata con el césar o con el pueblo, y se dieron media vuelta y se fueron violín en bolsa.

- le preguntan “¿quién es mi prójimo?” Jesús responde: “un hombre bajaba de Jerusalén y lo asaltan unos ladrones… y les cuenta la parábola del buen samaritano”. Y entonces Él le re-pregunta a quien lo quiso probar: “quién crees vos que actuó bien?” Y todos se retiran habiendo comprendido perfectamente la enseñanza…

Jesús no impone normas... 
solo nos hace reflexionar sobre la utilidad de las normas existentes (valores), 
y cómo ponerlas en práctica.

Termino diciendo que todos sabemos muy bien qué son los valores y qué es el pecado… y para cuando hayan momentos de confusión, en los que no sabemos bien si algo es un valor o un pecado, vino Jesús de Nazaret y nos lo explicó… siempre igual: el bien común 🆚 el egoísmo. Por eso tan importante la recomendación de leer las enseñanzas de Jesús, relatadas en los evangelios.

Siempre, sobretodo en caso de dudas, conviene tener presente esta frase: 

"las personas son para ser amadas, y las cosas para ser usadas... 
nunca al revés".


Y después de 3 años, después de haber pasado las vivencias más intensas que alguien pueda vivir, miró al cielo, a Su Padre, y dijo: “todo se ha cumplido”.

Y yo… 2000 años después, no logro encontrar algún dilema humano sobre el cual Jesús no nos haya dejado claro cómo comportarnos... todo está allí, todo se ha cumplido.

Por eso elijo tratar de conocerlo un poco más y mejor… ojalá no me quede solo en la mediocridad del intento sin compromiso, y sepa/aprenda a vivir la vida con la inmensa alegría de quien descubre un tesoro, lo comparte y cree que va en dirección a la felicidad... en la dirección correcta... YO SOY EL CAMINO (nos dijo enfáticamente Jesús).




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