martes, 10 de noviembre de 2020

20201110 Día de la TRADICIÓN – Conservadurismo vs progresismo.

¿Cómo entender el festejo del día de la tradición, cuando muchas sociedades se pelean entre los opuestos de conservadores y progresistas?

 

PROGRESAR es una de las principales metas de cualquier individuo o sociedad, por lo tanto, el término debe vincularse con algo bueno. Su opuesto sería el estancamiento. Pero, el solo hecho de ponernos en movimiento, si bien quiebra el estancamiento, no significa necesariamente progresar… a veces, el movimiento puede significar retroceder.

 

Las tradiciones se vinculan a lo clásico, que sería aquello donde la sociedad desarrolló un consenso positivo. Para comprender mejor el concepto, la expresión artística podría ser un buen territorio donde entender la idea de lo clásico, ya que la diversidad de gustos artísticos es potencialmente infinita, y la elección de una determinada expresión artística casi siempre es voluntaria y pocas veces responde a presiones externas… cuando un libro, una escultura, una composición musical, una pintura adquieren el status de clásico, globalmente se está aceptando, que un amplio universo de personas consideran a esa creación artística como una obra maestra. Puede que a alguien no le guste el libro “Don Quijote de la Mancha” de Cervantes, o la escultura conocida como “el David” de Miguel Ángel, o la pintura “la última cena” de Leonardo, o la “novena sinfonía” de Beethoven, pero aún aquellos, a quienes no les guste, reconocerán en esas creaciones algún mérito para ser consideradas clásicos.

Algo similar podría aplicarse a determinadas conductas sociales. En los inicios, cuando el “hombre de las cavernas”, predominaba la imposición en base a la fuerza bruta. La evolución de las sociedades en lo que respecta a los vínculos de sus individuos fue generando cambios en sus conductas… algunas de las cuales podría considerarse que se convirtieron en un clásico del progreso de las sociedades. Por ejemplo, en lugar de resolver un pleito por el empleo de la fuerza, hoy todo el mundo “educado” (tradición que se fue transmitiendo) acepta que la mejor forma de dirimirlo es fundamentar las distintas posiciones, y si no se pudiera llegar a un acuerdo, recurrir a un tercero capacitado en pleitos, y que además sea imparcial. Esta forma de resolver los problemas es hoy un clásico aceptado universalmente. Así se fueron constituyendo las costumbres clásicas o tradicionales. Ser amable y cortés facilita el diálogo y el entendimiento entre las personas… un clásico. 

El idioma es una herramienta fundamental para la sana convivencia. Si uso una palabra para expresar una idea, y mi interlocutor entiende lo opuesto a lo que quiero expresar, estaremos en problemas. Por eso es clásico o tradicional que existan personas que estudien la mejor utilización del lenguaje, con las adaptaciones propias de los usos y costumbres. De esa forma, personas educadas y con buena voluntad, deberían entenderse.

 

Todos estos avances surgen de mentes que buscaban el progreso (progresistas) en determinadas áreas. Al mismo tiempo, quienes mejor reconocen esos progresos, y cómo los mismos se transformaron en verdaderas mejoras sociales, son quienes defienden la importancia, el peso social, de esos logros (los conservadores).

Por lo tanto, vistos así, progresistas y conservadores podrían ser las dos caras de una misma moneda. Ambos necesarios, aunque puedan parecer opuestos. El progresista tiende al cambio, algunos serán positivos, otros negativos. El conservador reconoce el valor de los cambios positivos y descarta los negativos. Sin progresistas no habrían cambios, sin conservadores no habría quien evalúe y defienda los cambios positivos, por lo tanto, para que haya PROGRESO, ambos son necesarios.

 

Un progreso interesante y necesario podría ser que conservadores y progresistas dejen de pelearse, para aprender a trabajar en forma coordinada y complementaria… y que algún día, eso también forme parte de la buena TRADICIÓN... ¿será posible, o se trata de algo utópico?

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