Parece
abrumador… yo no lo sabía, hasta que mis hijos empezaron a crecer… me había
quedado “estancado” en mi propia adolescencia… uno tiende a pensar que LA
realidad es la experiencia que a uno le tocó vivir… “seguramente mis hijos
pasarían por situaciones parecidas a las mías…“
“Si
nosotros también tomábamos…”
Aunque a mí nunca me interesó el alcohol, creo que en esa época, había conciencia de que era algo que no estaba bien, y durante la adolescencia,
no se tomaba delante de los padres propios, o padres de amigos (¿PUDOR? … una palabra
que las nuevas generaciones han escuchado poco...). Algo parecido a lo que pasaba con no decir "malas palabras"... hace pocos días, en el auto, de buena manera, le dije a un amigo de mis hijos que no dijera "tal mala palabra"... me miró sorprendido: "¿está mal decir eso?" (nos escuchan hablar... y luego piensan que es "normal").
Ahora
me doy cuenta que en mi época era diferente… respecto al alcohol, se empezaba a las 10 de la noche por algunas cervezas, luego unos
gin-tonic, whiscola o lo que fuera, y algunos podían caer tumbados a las 2-3 de
la mañana, o no… pero se iba más de a poco, en el transcurso de varias horas… y los que pasaban
de las cervezas eran algunos pocos… Algunos padres más jóvenes me dicen: “no
tan pocos” (el cambio viene en camino desde hace un tiempo... en general las
cosas son dinámicas, ¿no?).
Igual... el hecho que algo ya se hiciera desde antes
no necesariamente significa que este bien, ¿no? Pero bueno, tranquiliza
conciencias… y, a veces, también las adormece...
Ahora no es igual… Hace unos años se inventó el concepto del PRE (pre-boliche)…
Inocentemente, en un comienzo, yo interpreté que era juntarse, buena onda, llegar todos
juntos…
NO, la idea del PRE es ponerse “a tono”
(por supuesto siempre hay excepciones). Pero como los padres del ambiente en que
me muevo, todavía no aceptan abiertamente que los chicos tomen a los 13-14 años,
entonces “consiguen” lo que pueden… y entre todos arman la “jarra loca”
(botella de coca partida, donde cada uno aporta lo que consiguió) y van tomando…
en SOLO 30-60 minutos, antes de entrar al boliche, (en la esquina o en una casa con
poco control, o en la "combi")… hay que entrar “entonados”… mezclas de altas
graduaciones en pocos minutos… (médicamente el hígado no alcanza a detoxificar
tanta oferta junta, entonces la molécula del alcohol pasa muy fácil, y
rápidamente, al cerebro, y por eso escuchamos tan frecuentemente de “comas
alcohólicos” en distintos grados)…
y también las chicas…
Otra
ENOOOOOORME diferencia… LAS CHICAS (nuestras
hijas)…
Ellas
siempre fueron “la motivación” de todo lo que hacíamos, y hacemos, los varones
(se puede estar más o menos de acuerdo, pero según Freud – o froid, como
quieran llamarlo, jajaja – la PULSIÓN SEXUAL mueve al mundo…), pero a su vez, también
eran nuestro “FRENO”… naturalmente se balanceaba, porque ellas no aprobaban
tanto descontrol (corríamos el riesgo de caer en desgracia) y si bien permitían
algún avance ocasional, estos eran limitados por ellas…
Hoy,
las que antes “balanceaban” el descontrol, participan del concepto del PRE… y además
les puede pegar más fuerte, porque consumen parecido (o sea, lo que consiguen)
pero pesan la mitad… les pega el doble…
Las
chicas se exponen, o exponen aquello que a los varones tanto nos costaba
conseguir (o que se conseguía en “otros ambientes”)… un “SI” sin límites…
Está
sucediendo en TODOS los ambientes sociales, en los más “educados” y en los
menos, en los que históricamente se jactaron de conservar “ciertos valores”… EN
TODOS… (han habido chicas de los “mejores" colegios, embarazadas sin que tengan
idea quien pueda haber sido el padre… múltiples ejemplos diferentes… para
muestra basta un botón, ¿no?)
¿Ya nada nos sorprende?
Hasta
acá, todo podría parecer ocasional... Muchos padres, cuando hacen este análisis,
piensan: “pero ¿vamos a preocuparnos porque tomen una cerveza?”…
Pero
la repetición de estos eventos va generando hábitos, y llegan a los 17 años,
fin del secundario, con la opción de fiestas "de fin de camada" semanales (en ocasiones más de una por semana)…
entonces ellos hacen lo que "saben o aprendieron a hacer" para conseguir lo que
buscan inconscientemente (hormonas a full)… “disfrutar” de las chicas sin
ningún compromiso, y mejor aún, consentido por ellas…
¿Es
natural para las chicas dejarse avasallar así?
NO, entonces toman para sobrellevarlo…
¿Les resulta fácil a los chicos “encarar”?
NO, entonces toman para
sobrellevarlo…
y resulta que funciona, la pasan “bien”…
Les comento lo que yo hablo con mis hijas cuando piden menos control en estas situaciones: "Cuando yo vea que vos entendés, MUY BIEN, la diferencia entre que una chica esté linda, que una chica esté atractiva, y que una chica esté provocativa... en ese momento, ya no necesitará que tu madre te "asesore" al vestirte, y tus padres estemos cerca en los programas..."
Luego pasan a un segundo nivel… el alcohol
pasa a ser “necesario”… Un evento sin alcohol es un bajón… NO SABEN
manejar la situación de otra forma… no tienen todavía una dependencia física
(todavía). Pero empiezan a tener una dependencia psicológica…
Acá
estamos… algunos padres pueden pensar: “por suerte, en mi caso eso no sucede”…
puede ser... aunque es más frecuente de lo que muchos nos imaginamos… Pero aunque
a alguien no le suceda, ¿se puede estar tranquilo si eso es moneda corriente
alrededor de nuestros hijos e hijas? ¿En qué sociedad van a vivir más adelante?
Y a los que no toman, les suceden muchas cosas “culpa” de los que si toman
(violencia, accidentes, etc, etc) ¿Qué va a pasar con nuestros hijos más
chicos? ¿Podrán aislarse de este problema?...
En mi humilde opinión, surgen algunas PREGUNTAS IMPORTANTES:
¿Quién
es responsable de todo esto que está sucediendo?
¿Son
los chicos, o somos los adultos?
Los
chicos, ¿tienen el desarrollo cerebral necesario para analizar por motivación
propia y prevenir conductas a futuro? Esta pregunta la respondo ahora: un rotundo ¡NO!.
Estudiado médicamente, el cerebro va adquiriendo la
capacidad de asociación de ideas y prevención de consecuencias futuras recién
entre los 15 – 20 años… y lo que MÁS deteriora ese desarrollo
es el alcohol. Por lo tanto, aunque pueden comprender si les explicamos, fisiológicamente ellos no están en condiciones de
analizar y/o prevenir problemas por motivación propia, ya que se requiere una
madurez superior (asociación de ideas), que se adquiere más adelante…
Otras preguntas:
¿Quiénes
se benefician, y quienes se perjudican con todo esto? Gran negocio...
Cómo
viene la tendencia, ¿qué estimamos que esté sucediendo en unos años?
No
esperemos que los chicos comprendan por sí mismos y cambien.
No pretendamos que
los colegios o los clubes resuelvan este tema, por si solos…
SI trabajemos juntos,
colaboremos y dejémonos ayudar…
Creo
que esto arranca dentro de casa… para bien o para mal…
Seamos padres, es decir, guías y
conductores de nuestros hijos, aunque hayan cosas que a ellos no les guste en
el momento.
Y
como decía Einstein:
“NO
PRETENDAMOS QUE ALGO CAMBIE, SI SIEMPRE HACEMOS LO MISMO”.
Propongo
el siguiente ejercicio:
Observar
el comportamiento de chicos que en sus casas sucede lo siguiente:
1) Límites muy claros en un ambiente de afecto y
cariño, donde está muy claro quién tiene la última palabra… que en alguna
ocasión podrá ser: “me equivoqué”, pero siempre asumiendo el rol que le
corresponde a cada uno... los padres, padres (responsabilidad, conducción); los hijos, hijos...
2) Rigidez en las imposiciones desde una distancia
que no genera diálogo.
3) Manejo de la situación por parte de los hijos,
en un contexto de afecto y cariño, pero donde los hijos consiguen lo que
quieren y tienen pocos límites.
Los
padres intuimos todo esto… pero estamos cansados y nos sentimos solos… parece
abrumador, como si hubiera que frenar un tsunami con las manos…
Entonces
pensamos que esto ya es así, y que no se puede cambiar… Creemos que no tiene
sentido entrar en una discusión con nuestros hijos para que las cosas sean como
“deben ser”…
Esa impotencia nos pone en la situación de la fábula de la zorra
que quería alcanzar las uvas, y como no llegaba… prefirió decir: “están
verdes”… y nosotros decimos: “no es para tanto” …
Y no
queremos recibir más en nuestras casas (fiestas donde podríamos controlar y "educar")… Y los “valientes” que ocasionalmente
reciben, no disfrutan del evento, y más bien quieren que pase cuanto antes… y
se alegran de que no hayan habido destrozos… cuando no los hay…
Chicos
de 13 a 16 años… que "imponen" que en "sus programas" no quieren ningún adulto cerca...
Pero, NO ESTAMOS SOLOS... al menos, podemos no estarlo.
Sepamos
que somos MUCHOS los que pensamos que siempre es mejor que nuestro granito de
arena caiga del lado bueno y no del incorrecto… aunque sea solo un granito…
Seamos
padres presentes, defendamos nuestras ideas, recibamos a los chicos en nuestras
casas (siempre es mejor compartir…), etc., etc.
Propongo que nos APOYEMOS entre los padres, y que nos hagamos saber de nuestro apoyo… no que andemos diciéndonos “como deben
hacerse las cosas”… sino simplemente
AYUDANDO con la mejor predisposición para que las cosas salgan mejor, aún
con aquellos padres con los cuales puedo no coincidir en todo… Estemos predispuestos a ACOMPAÑAR al que recibe chicos y chicas en su casa. Naturalicemos que sus programas deben tener adultos cerca. Charlemos con los chicos conceptos como el respeto, la educación, el cuidar el pudor, el control frente a distintas situaciones, etc...
Es bueno que ellos hayan podido charlar previamente sobre situaciones que se les van a presentar, y que no tengan que improvisar en ese momento... SOLOS...
A esta edad... son “buenos chicos”, la mayoría extraordinarios... a alguno, tal vez, solo les está faltando un
poco más de “firmeza” en algunos límites… que los necesitan... desde que son chiquitos, para que
luego estén mejor preparados para comprender y aceptar los límites de la
adolescencia y de la vida… y para que, luego, ellos eduquen bien a nuestros nietos…
Estoy convencido que la mayoría de los padres también ponemos la mejor intención... pero muchas veces nos vemos "superados" por la situación... nos sentimos "solos"...
Estoy convencido que la mayoría de los padres también ponemos la mejor intención... pero muchas veces nos vemos "superados" por la situación... nos sentimos "solos"...
SIEMPRE
se puede enderezar lo que necesita ser enderezado… mientras antes empecemos
mejor…
AYUDEMONOS ENTRE LOS PADRES, PARA DE ESA
FORMA AYUDAR A NUESTROS HIJOS…
Saludos,
Hueso